Ningún equipo tiene mejores motivos para festejar la 20ma temporada de la Liga Premier que el Manchester United. Cuando los clubes principales de Inglaterra conformaron en 1993 la que es hoy la liga de fútbol más rica del mundo, United ganó su primer campeonato en 26 años y desde entonces ha ganado otros 11, incluido el último, siempre bajo la conducción de Alex Ferguson.
«La Liga Premier ha sido la era más gloriosa de Manchester United», dijo el presidente del club, David Gill, en vísperas de la temporada que comienza el 13-14 de agosto próximo.
Desde mayo, United es el club que ha ganado más ligas, al superar las 18 de Liverpool.
Este último ya ni siquiera es el rival principal de United: Chelsea ha ganado tres ligas desde 2005 y Manchester City ha despertado luego de décadas de sueño gracias a los petrodólares de Abu Dhabi.
Aparte de superar la aplastante derrota frente a Barcelona en la final de la Liga de Campeones, el gran desafío para Ferguson en la pretemporada ha sido reemplazar a un trío de jugadores que se retiran: el arquero Edwin van der Sar, el defensor Gary Neville y el mediocampista Paul Scholes.
El nuevo portero será el español David De Gea, de 20 años, ex del Atlético de Madrid. El defensor será Phil Jones, transferido desde Blackburn. El delantero Ashley Young llega de Aston Villa y resta concretar el traslado de Wesley Sneijder, del Inter de Milán, para reemplazar a Scholes.
Pero nadie tiene más experiencia en reconstruir equipos que el escocés Ferguson, quien cumple 70 años, 25 de ellos como técnico en Old Trafford.
En el otro extremo, en cuanto a edad, se encuentra el nuevo técnico del Chelsea, Andre Villas-Boas, de 33 años, quien fue asistente de José Mourinho en Stamford Bridge de 2004 a 2007. El portugués llegó para reemplazar a Carlo Ancelotti, cuya segunda temporada al mando de los Blues culminó sin trofeos.
El dueño del club, el empresario ruso Roman Abramovich, invirtió más de 100 millones de dólares en enero para traer al artillero Fernando Torres y el defensor David Luiz.
Pero Torres todavía tiene que demostrar decisión frente al arco contrario y que es capaz de jugar junto con Didier Drogba.
Arsenal aspira a cualquier título. A pesar de su elogiado juego habilidoso, terminó cuarto en la temporada pasada y lleva seis años sin ganar un trofeo. Y en la final de la última Copa de Liga, Cayó ante Birmingham, que ganó su primer título en 48 años y descendió a la segunda división.
Los fanáticos de los Gunners anhelan una contratación importante, pero lo único que han tenido en esta pretemporada es la incertidumbre de saber si el capitán Cesc Fábregas seguirá en el equipo o regresará al Barcelona, donde dio sus primeros pasos en las divisiones inferiores.
Según el técnico Arsene Wenger, cuyo nuevo jefe es el multimillonario estadounidense Stan Kroenke, «debemos competir con gente que tiene más recursos que nosotros».
Y pocos tienen tantos recursos como el jeque Mansour de Abu Dhabi, que ha inyectado más de 1.000 millones de dólares en Manchester City en los últimos tres años.
Semejante inversión les ha redituado algo. Después de 35 años sin títulos, Man City alzó la Copa FA en mayo y se clasificó para la próxima Champions al terminar tercero en la liga.
Pero al igual que Arsenal, los preparativos de City para la nueva temporada se ven trastornados por la incertidumbre acerca del futuro de su capitán, el artillero argentino Carlos Tevez.
En todo caso, si algún club paga los 50 millones de libras que se piden por él —fondos que ayudarán al City a cumplir con los nuevos controles financieros de la UEFA— el equipo ya cuenta con un reemplazante para Tevez: su compatriota Sergio «Kun» Agí¼ero, transferido de Atlético de Madrid.
El equipo desplazado por City de los primeros cuatro es justamente el que dominó la década anterior a la creación de la Liga Premier: Liverpool.
La misión a corto plazo en Anfield es volver a ser competitivos tras una temporada en que Liverpool estuvo en peligro de descender hasta que regresó Kenny Dalglish, el técnico que lo llevó a su último campeonato en 1990.
El sexto puesto en la liga significa que no habrá distracciones europeas, pero los fanáticos aspiran a que la inversión de 60 millones de dólares en los mediocampistas Stewart Downing, Jordan Henderson y Charlie Adam, y casi otro tanto en el delantero Andy Carroll, les reditúen un título local.
Al igual que Liverpool, Tottenham se considera uno de los aspirantes, a pesar de que terminó quinto la temporada pasada.
La permanencia en la Premier será el objetivo de los tres clubes recién ascendidos. Swansea regresa a primera después de 30 largos años, pero Queens Park Rangers -uno de cuyos dueños es el jefe de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone- y Norwich son miembros fundadores de la Premier que regresan luego de 15 y seis años respectivamente.