Los líderes en China prometieron hoy buscar un crecimiento más estable y balanceado mientras combaten la inflación sin efectuar mayores cambios en su política, se informó al término de una sesión de planificación de alto nivel.
Como se esperaba, la Conferencia Anual de Trabajo Económico que terminó hoy apoyó el llamado a la «prudencia» en la política monetaria que hizo el Partido Comunista, para poder contrarrestar la inflación y «emprender» una política fiscal que apoye el crecimiento.
En el encuentro, también se pidió mantener el valor de la moneda china, el yuan, «básicamente estable», informó la agencia de noticias oficial Xinhua, en un comunicado emitido después de que terminó la reunión.
Con estallidos de agitación laboral y el deterioro de las condiciones financieras en muchos sectores, desde pequeñas compañías hasta proyectos de construcción respaldados por el gobierno, la palabra de rigor es la «estabilidad».
Esa palabra fue repetida cinco veces en sólo una oración del despacho que prometió continuidad en las políticas por el bien de mantener la estabilidad social.
Señaló a «las contradicciones insostenibles, la presión a la baja sobre el crecimiento y las presiones inflacionarias», entre una larga lista de riesgos, e instó a «una mayor conciencia y un mayor sentido de urgencia respecto a las oportunidades y los riesgos para el desarrollo del país».
La economía china creció 9,1% de julio a septiembre pero se espera que se desacelere a un crecimiento de menos de 9% para el año entrante, ya que la desaceleración de la demanda doméstica agrava el impacto de la debilidad en Europa y Estados Unidos.
Dada la debilidad en la demanda por exportaciones chinas en el extranjero, los líderes reiteraron su intención de impulsar la demanda para construir una economía menos dependiente del comercio e inversión internacional.
No hubo indicación de alguna intención de cambiar la actual política en el tipo de cambio, una fuente de tensiones con Estados Unidos y otros socios comerciales que aseguran que el yuan está devaluado artificialmente, lo que permite que los productos chino sean más económicos en el extranjero.