Algunos líderes y secretarios generales de partidos políticos guardan silencio en torno a la elección de magistrados de la CSJ, mientras que la sociedad civil y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala señalan posibles vicios en ese histórico proceso, mientras tanto, el PDH asegura que estamos ante el golpeteo de poderes oscuros.
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Los campos pagados y pronunciamientos que caracterizan a los líderes políticos, de cara a los sucesos de impacto en la vida nacional, se excluyen por completo del actual proceso de elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Los políticos que se pronunciaron recientemente en medio del controversial caso Rosenberg para exigir justicia y la aclaración de ese importante suceso, ahora se han mantenido al margen en un proceso que en buena medida definirá los lineamientos de la justicia en los próximos cinco años, de acuerdo con analistas consultados.
Según Rodrigo Callejas, de la agrupación Un Joven Más, la falta de participación de los políticos dejó «un vacío muy notorio» en este proceso electoral, en el cual considera que los líderes partidistas debieron hacer señalamientos en relación a los «malos y buenos candidatos».
«Eso demuestra que hay una falta de conexión entre los políticos partidistas y el interés del país», sostiene Callejas.
Por su parte, el ex candidato presidencial, Alejandro Giammattei, refiere que es preocupante observar la manipulación constante y permanente del proceso de elección de magistrados, desde que este inicio con las comisiones de Postulación hasta la segunda fase que se desarrolla actualmente en el Congreso.
En ese sentido, sostiene que el silencio de la mayoría de políticos obedece a que sus intereses particulares están en juego dentro del proceso de elección de operadores de justicia.
«Los que no se han atrevido a criticar son los que tienen las manos en la masa; son quienes están aspirando a tener su magistradito que después le representan ante la supuesta justicia», dice Giammattei.
A los llamados de La Hora para conocer su punto de vista en cuanto a la elección de magistrados, sólo uno de cuatro líderes políticos respondió.
A VIVA VOZ
En contraste con los silenciosos políticos, las organizaciones pro justicia y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) tienen mucho que decir en cuanto a la elección de magistrados.
Carmen Aída Ibarra, de la Fundación Myrna Mack, considera «mejor que los aspirantes presidenciales dejen en manos de los diputados la elección de magistrados».
De esa cuenta, critica la incidencia que el Comité Ejecutivo del partido oficial tiene sobre la selección de la CSJ, en tanto que «las estructuras partidarias no deberían estar involucradas en el proceso de elección de CSJ».
«El proceso no debe volcarse fuera del Congreso», sostiene la activista, quien mantiene una observancia cercana al proceso que se desarrolla actualmente en el Congreso.
Por su parte, el jefe de la CICIG, Carlos Castresana, publicó el listado de los aspirantes a magistrados, que no deberían ocupar cargos en el Organismo Judicial, debido a distintas razones relacionadas con su hoja de vida.
El Procurador de los Derechos Humanos, Sergio Morales, sostiene que «es innegable que esos poderes (paralelos) se han filtrado en el Estado justamente por sus debilidades estructurales e institucionales», por lo que propone una refundación del Estado y sus instituciones. (Ver entrevista).
La Hora intentó contactar a líderes de importantes partidos políticos, quienes no se pronunciaron sobre la elección de magistrados de la CSJ:
Otto Pérez Molina, del Partido Patriota (PP)
Eduardo Suger, del Centro de Acción Social (CASA)
Harold Caballeros, de Visión con Valores (ViVa)