Se dice que desde la antigí¼edad, las grandes civilizaciones se preocupaban porque hubiese una formación especial de sus dirigentes sociales, políticos y religiosos, puesto que son los líderes los que favorecen los cambios y dan vida a la estructura social de los pueblos. No puede negarse de que existen líderes intachables que velan por la prosperidad de sus comunidades. Un ejemplo de ello lo constituye el respetable garífuna Román «Katán» Leiva Estero, otrora estrella del fútbol nacional, quien acertadamente dirige «La Coordinadora de Organizaciones Garífunas del Pueblo Garífuna de Guatemala». Katán Leiva, como popularmente se le conoce, ha venido realizando un excelente trabajo comunitario en Livingston, Izabal, sin tanta alharaca e intereses mezquinos politiqueros. Desafortunadamente, personas eficientes y honestas como este ilustre garífuna, no han tenido ni siquiera la atención de las autoridades superiores, no obstante a que varias veces ha solicitado audiencias.
Los respetables ciudadanos que gobiernan actualmente nuestro país, deberían de ponerle más atención a los auténticos líderes como el deportista «Katán Leiva», ya sea estimulándolos o motivándolos para que se realicen verdaderos proyectos de desarrollo. Curiosamente, no es un secreto que el distinguido vicepresidente de la República, don Eduardo Stein, le ha dado un extraordinario apoyo a un miembro de la organización «Onegua en Livingston», como lo es el señor Mario Ellington (quien dice ser el representante de los garífunas de este país), y también miembro de la Comisión Presidencial contra la Discriminación y el Racismo. No es nada personal, pero está visto que la «Onegua» no tiene mayor representatividad en el pueblo garífuna de nuestro país, pues en Izabal existen muchas organizaciones que no son tomadas en cuenta por esta reducida organización que es dirigida tras bambalinas, por el señor Ellington, según la opinión de muchos garífunas que aseguran que «Onegua» es una entidad politizada.
Se comenta en Livingston, que el señor Ellington, siempre juega políticamente con los gobiernos de turno, en aras sólo de su provecho personal y no por el beneficio colectivo de los garífunas.