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La canciller alemana Angela Merkel, el presidente francés Francois Hollande, el presidente del gobierno español Mariano Rajoy y el primer ministro italiano Mario Monti intentan crear un consenso con el que acudir a la Cumbre de la Unión Europea de Bruselas el 28 y 29 de junio.

Monti advirtió que habrá graves consecuencias si las 17 naciones de la eurozona que usan el euro no llegan a un acuerdo la próxima semana.

«Una gran parte de Europa se verá obligada a encarar elevados intereses bancarios, que luego impactarán en los estados e indirectamente en las firmas. Esto es lo contrario de lo que necesitamos para el crecimiento económico», dijo Monti en una entrevista con cinco diarios europeos y publicada hoy.

Sin un plan exitoso en esa cumbre «aumentarán progresivamente los ataques contra diversos países, y el amedrentamiento de los más débiles».

Entre los temas en la agenda figura la propuesta de Monti de utilizar el fondo de contingencia europeo para adquirir deuda soberana en el mercado abierto. Ello podría abaratar el costo del endeudamiento para países como España e Italia. Otros temas a tratar serán la supervisión bancaria transfronteriza, y la posibilidad de imponer un impuesto a las transacciones financieras, dijo una fuente gubernamental a condición de guardar el anonimato.

La reunión pone fin a una intensa semana en Europa, en la que los mercados se han asustado ante el temor de que los gobiernos regionales no encuentren medidas adecuadas para luchar contra la crisis de la deuda soberana y que España e Italia quizá necesiten pronto rescates que el resto de Europa no puede costear.

El tipo de interés de la deuda soberana española se disparó tras reconocer el gobierno que sus bancos podrían necesitar un rescate. Mientras tanto, Monti insistió que Italia, la tercera economía de la eurozona, no necesita asistencia. Empero, los mercados temen que si la economía italiana se degenera aún más, no podrá mantener su masiva deuda.