El primer ministro israelí rechazó ayer las críticas de la comunidad internacional hacia los planes de construcción de miles de viviendas más para los judíos en el oriente de Jerusalén, al insistir en que los proyectos seguirán adelante.
Benjamin Netanyahu emitió la respuesta tajante mientras varios diplomáticos europeos discutían planes para condenar a Israel ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Una resolución de la ONU representaría el paso más reciente en una serie de reacciones de indignación internacional ante los planes de Israel, que contempla la edificación de más asentamientos en zonas que reclaman los palestinos para integrar un futuro Estado.
«Jerusalén es la capital eterna del Estado de Israel, y seguiremos construyendo ahí», dijo Netanyahu durante una visita a la ciudad de Acre, en el norte del país. Agregó que una mayoría abrumadora de los israelíes cree en una «Jerusalén unificada», en referencia al poniente y al oriente de la ciudad. Israel se anexó la sección oriental de la ciudad, que estaba en manos de Jordania y es reclamada por los palestinos.
Una encuesta realizada por la agencia Dahab y publicada el martes por el diario Haaretz señaló que el 67% de los votantes de centro-izquierda está en contra de dividir Jerusalén, lo que significaría entregar el oriente a los palestinos. El término centro-izquierda describe aproximadamente a la mitad de los ciudadanos israelíes, que por lo demás está a favor de entregar la mayor parte de Cisjordania para un Estado palestino.
Entre la otra mitad, la mayoría se opone a ceder cualquier territorio. Dahaf no dio detalles de los métodos de la encuesta ni de su margen de error.
El destino del sector oriental de Jerusalén, donde se ubican lugares considerados santos por judíos, cristianos y musulmanes, es un tema polémico que está en el centro del conflicto entre Israel y los palestinos. En la Ciudad Antigua de Jerusalén se encuentran algunos de los sitios religiosos más importantes para los judíos y los musulmanes.
Unos 250.000 palestinos y 200.000 judíos viven en el oriente de Jerusalén.
Netanyahu anunció sus planes para construir miles de viviendas en Cisjordania y en la sección de Ramat Shlomo, en el oriente de Jerusalén, en respuesta a la decisión tomada el mes pasado por la ONU, que actualizó el estatus de los palestinos. La votación de la Asamblea General respaldó un Estado palestino independiente en Cisjordania, el oriente de Jerusalén y la Franja de Gaza, territorios de los que Israel se apoderó durante la Guerra de los Seis Días, en 1967.
Israel acusó a los palestinos de eludir las negociaciones al llevar el asunto ante la ONU.
Alemania y otros tres miembros europeos del Consejo de Seguridad de la ONU preparaban una declaración que condenaría los planes más recientes de Israel para construir asentamientos en el oriente de Jerusalén y en Cisjordania, dijo el martes un funcionario diplomático.
El grupo formado por Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal está preocupado de que esos asentamientos amenacen la posible solución de dos Estados entre Israel y los palestinos, dijo el funcionario. Los detalles de la declaración se afinaban en Nueva York, añadió el diplomático, a condición de permanecer anónimo porque el trabajo no se completa todavía.