Lí­der palestino pide reconocimiento de la ONU


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El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, solicitó formalmente a las Naciones Unidas hoy que reconozca un estado palestino en Cisjordania, Gaza y Jerusalén oriental.

NACIONES UNIDAS Agencia AP

El pedido fue en desafí­o a la oposición israelí­ y de Estados Unidos, que ha amenazado con vetarlo.

Luego de entregar el pedido al secretario general Ban Ki-Moon, Abbas dijo en su discurso ante la Asamblea General que su gobierno podrí­a caer si Israel sigue construyendo asentamientos en las tierras reclamadas por los palestinos, y añadió que estos son los principales obstáculos a la paz.

Abbas fue recibido con una fuerte ovación, y su discurso fue interrumpido varias veces por aplausos. Exhortó a Israel a construir «puentes de diálogo» en lugar de «muros de separación».

TRES PARTES

La solicitud palestina de membresí­a plena en las Naciones Unidas abarca tres partes, incluso una carta al secretario general para pedir que eleve el pedido inmediatamente al Consejo de Seguridad y la Asamblea General, dijo el viernes un alto funcionario palestino.

El presidente Mahmud Abbas presentó la solicitud, a pesar de que Estados Unidos ha dicho que la vetará en el Consejo de Seguridad.

El funcionario dijo que aparte de la solicitud y el juramento de defender la carta de la ONU, Abbas enviará una carta al secretario general Ban Ki-moon para que eleve la solicitud directamente a los dos foros, y que el pedido se basa en dos resoluciones cruciales citadas con frecuencia en la disputa con Israel, que tratan de la partición de Palestina y las fronteras anteriores a la guerra de 1967.

ENFRENTAMIENTOS

Mientras tanto, en Medio Oriente, miles de palestinos jubilosos se congregaron el viernes frente a pantallas instaladas en plazas públicas en toda Cisjordania para ver a su presidente solicitar ante las Naciones Unidas el reconocimiento de un estado de Palestina.

En Ramalá, la multitud hizo flamear banderas y manifestó ruidosamente su apoyo al presidente Mahmud Abbas, que habí­a sido objeto de intensas presiones por parte de Estados Unidos y otros para que retirase la solicitud a último momento.

«Apoyo al presidente», afirmó Muayad Taha, un médico de 36 años que llevó a sus dos hijos, de 7 y 10 años, para que presenciaran el histórico momento. «Después del fracaso de todos los demás métodos (para conquistar la independencia) hemos llegado al punto de la desesperación. Este es un buen intento por poner en el mapa la causa palestina y el pueblo palestino. Todos estamos aquí­ para apoyar a la conducción».

En Cisjordania se montaron pantallas en plazas públicas para que los residentes vieran a Abbas y escucharan su discurso. Una canción popular sobre la iniciativa, que dice «Proclámalo, pueblo mí­o, proclámalo, el estado de Palestina, proclámalo» se oí­a a todo volumen desde las radios de los automóviles. Los automovilistas hací­an sonar las bocinas a su paso.

El júbilo por la iniciativa de Abbas se vio empañado por hechos de violencia horas antes. Cerca del pueblo de Qusra en Cisjordania, soldados israelí­es mataron a tiros a un palestino durante un enfrentamiento entre los pobladores y colonos israelí­es, según testigos y versiones militares.

También poco antes, palestinos que apoyaban el pedido de reconocimiento chocaron con soldados israelí­es en tres puntos de Cisjordania.

En Qalandiya, un importante puesto de control israelí­ entre Cisjordania y Jerusalén, los soldados israelí­es dispararon gases lacrimógenos para dispersar grupos de palestinos que arrojaban piedras. El enfrentamiento se prolongó varias horas y por la tarde los médicos dijeron que unos 70 palestinos habí­an resultado heridos por las balas de acero recubiertas de goma o por los gases lacrimógenos.

En el pueblo cisjordano de Nabi Saleh, los manifestantes portaron una silla pintada de azul, el color de las Naciones Unidas, para simbolizar el pedido de reconocimiento. Quemaron banderas israelí­es y carteles con la imagen del presidente estadounidense Barack Obama, y arrojaron piedras antes de ser dispersados por los gases lacrimógenos de los israelí­es. También hubo enfrentamientos en el pueblo vecino de Bilin.

NICARAGUA
Reproche


El presidente de Nicaragua Daniel Ortega criticó que los paí­ses del mundo se apresuraron a reconocer como autoridades al Consejo Nacional de Transición de Libia, el grupo rebelde que derrocó a Moammar Gadafi pero muestran resistencia a reconocer un estado palestino.

«Ese reconocimiento (a los palestinos), hoy y más que nunca, tiene que convertirse en una realidad», manifestó el jueves en la noche Ortega durante la entrega de credenciales de nuevos embajadores de Venezuela, Guatemala, Francia y España, informó el portal gubernamental El 19.

Ortega criticó que las potencias occidentales «corren a querer reconocer y exigir el reconocimiento del mundo de estos grupos (el Consejo Nacional de Transición de Libia) y se resisten a reconocer el derecho del pueblo palestino».

«Nos sumamos nosotros a esas voces que hoy están demandando el reconocimiento del estado palestino y la existencia lógicamente del estado de Israel. No estamos hablando que al reconocer el estado palestino desaparezca el estado de Israel», expresó.

Precisó que Israel «debe contener sus fronteras».

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, solicitó formalmente a las Naciones Unidas hoy que reconozca un estado palestino en Cisjordania, Gaza y Jerusalén oriental. Israel y Estados Unidos han advertido que vetarí­an una solicitud de esa í­ndole.

El gobierno de Nicaragua restauró las relaciones con Palestina al apenas asumir Ortega la presidencia en 2007. Tras la revolución sandinista de 1979 Ortega formalizó las relaciones del paí­s con Palestina, pero fueron rotas después por el gobierno de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1996).

En 1980 Ortega hizo un gran recibimiento en esta capital al lí­der palestino de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) Yasser Arafat.

El gobierno de Ortega rompió relaciones con Israel en junio del 2010 como reacción al ataque a una flotilla que transportaba ayuda humanitaria a los habitantes de la Franja de Gaza por parte de fuerzas israelí­es.