Libia: 38 años de dictadura


Aniversario. Moamer Kadhafi, lí­der libanés, atiende una clausura de una Cumbre Africana en julio de este año. Hoy cumple 38 años en el poder de Libia.

Libia conmemoró el sábado los 38 años del gobierno de Muammar Kadhafi en medio de señales de que el paí­s norafricano se embarca con cautela en reformas domésticas para complementar su acercamiento a Occidente.


Los habituales carteles que rinden homenaje al «guí­a de la revolución» sobrevolaron las calles de la capital junto a enormes fotografí­as del veterano dirigente, que decoran de manera permanente los edificios públicos.

Los medios del Estado seguí­an el sábado publicando «el relato de la revolución» redactado por Kadhafi, que cuenta los últimos dí­as de preparación del derrocamiento del rey Idriss al Senussi el 1 de septiembre de 1969, mientras la televisión difundí­a sin pausa canciones a la gloria del «guí­a».

Cientos de libios celebraron en Trí­poli el 38º aniversario de la revolución que llevó al poder a Kadhafi el 1 de septiembre de 1969, mientras los medios de comunicación también cantaban el sábado sus loas.

Conciertos, poemas y discursos a la gloria del «guí­a» se hallaban en el menú de la convocatoria organizada el viernes de noche en una inmensa plaza en el corazón de la capital libia.

El presidente de la República Centroafricana, Franí§ois Bozizé, el primer ministro de Guinea, Lansana Kouyaté, y una delegación de parlamentarios británicos asistieron a las festividades, realizadas a iniciativa de los congresos populares, columna dorsal del régimen.

Los oradores se sucedieron en el escenario para expresar su «fidelidad» al «guí­a» que liberó su paí­s de «la injusticia y la desigualdad social» y del «yugo colonial».

Se desplegaron pancartas en las calles con las leyendas: «Viviremos con él y moriremos por él» y «Contigo construiremos el futuro», en alusión al coronel Kadhafi, que dirige el paí­s sin interrupciones desde 1969.

Pero detrás de los tributos al lí­der árabe que ha permanecido más tiempo en el poder, el programa de eventos oficiales de un mes que culmina este sábado estuvo marcado por discretas señales de preparaciones para un cambio.

Una figura clave de larga data en la polí­tica exterior libia y arquitecto del acercamiento de este ex Estado paria con Occidente en los últimos ocho años, el segundo hijo de Kadhafi, Seif al Islam, considerado un reformista, ocupó un lugar central en las celebraciones.

En un gesto interpretado por analistas como una señal de que Seif al Islam, de 35 años, educado en Gran Bretaña y Austria, está siendo preparado para suceder a su padre, el hijo de Kadhafi recorrió en agosto el paí­s junto al primer ministro, Baghdadi Mahmudi, para lanzar grandes proyectos de infraestructuras.

«La inauguración de estos megaproyectos por parte del hijo de Kadhafi, que dejó completamente en las sombras al primer ministro, muestra que el jefe verdadero desde ahora es Seif al Islam», dijo un analista árabe.