Libertad de Portillo divide a los guatemaltecos


Portillo se encuentra en Guatemala y pasó su segunda noche en suelo guatemalteco.

Los guatemaltecos quedaron divididos por la decisión de un juez en otorgar libertad bajo fianza al ex presidente Alfonso Portillo, el primer ex gobernante sometido a la justicia en este paí­s, quien es acusado de corrupción y fue repatriado el martes de México.

POR EDGAR CALDERí“N,AFP

Para algunos sectores, la fianza de 132 mil dólares fijada por el juez es una burla para el pueblo, toda vez que el ex mandatario (2000-2004) es acusado de peculado por la sustracción de unos 120 millones de quetzales (unos 15,8 millones de dólares) de las arcas de Ejército en 2001.

No obstante, algunos juristas estiman que el magistrado Julio Xetumul actuó en derecho. «En estos casos queda a discreción del juez otorgar la fianza debido a que la ley no lo prohí­be», comentó el profesor en derecho penal Fredy Cabrera.

La cúpula empresarial, férrea crí­tica de la administración del ex presidente, también manifestó su rechazo a la decisión judicial y el monto de la fianza.

El juez Xetumul concedió el martes, pocas horas después de que fue repatriado de México, la libertad bajo fianza al ex mandatario, quien no podrá abandonar el paí­s y deberá ir al tribunal a firmar cada 30 dí­as.

La fiscalí­a ahora tiene tres meses para presentar las pruebas y convencer a un juez para abrir juicio en contra del ex mandatario. En la historia solo hay un hecho similar, aunque no idéntico, cuando en 1920 el entonces dictador Rafael Estrada Cabrera (1898-1920) fue sometido a un interdicto y luego depuesto.

Varios partidos polí­ticos también arremetieron contra la resolución judicial, en especial la primera fuerza de oposición en el Congreso, el Partido Patriota, que especuló sobre una posible componenda entre Portillo y la gobernante Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).

«Es indignante. ¿Cómo es posible que después de todos los años de lucha para traerlo lo hayan dejado libre? No se puede tener fe en la justicia, y esto da lugar a suspicacias de que hubo negociaciones», afirmó el ex candidato presidencial y secretario general del PP, general retirado Otto Pérez.

Portillo huyó a México en febrero de 2004 tras ser acusado por la Fiscalí­a de los delitos de peculado y abuso de autoridad y perder la inmunidad como diputado al Parlamento Centroamericano.

No obstante, para el analista polí­tico ílvaro Pop, Guatemala deberí­a aprovechar «esta factor determinante en la polí­tica, porque podrí­a generar un equilibrio de fuerzas».

«El regreso de Portillo puede provocar una cohesión de varios partidos polí­ticos con tendencias similares y que han estado en contra de las polí­ticas del sector económico», afirmó Pop.

Sin embargo, advirtió que el resultado eventualmente podrí­a «ser dañino, porque no se alcanzarán consensos ni se definirán polí­tica públicas».

Además, consideró que Portillo, «como un buen cirujano», escogió el momento preciso para regresar al paí­s.

Ello porque la presidencia del Congreso está en manos del partido que lo llevó al poder, el Frente Republicano Guatemalteco, del ex dictador Efraí­n Rí­os Montt, la Corte Suprema de Justicia está enfrentada por la elección del nuevo presidente y el mandatario ílvaro Colom está de visita en Taiwán, detalló.