La célebre disidente Aung San Suu Kyi será liberada pocos días después de las elecciones legislativas del 7 de noviembre en Birmania, las primeras en 20 años en este país dirigido por una junta militar, indicaron hoy fuentes oficiales.
«Noviembre será un mes importante y muy ajetreado, ya que habrá elecciones y se liberará a Aung San Suu Kyi» el 13 de noviembre, dijo un responsable birmano, que solicitó permanecer en el anonimato.
Por su parte, el abogado de Suu Kyi confirmó que la liberación estaba prevista en esa fecha.
La premio Nobel de la Paz ha pasado la mayor parte de los últimos 20 años en la cárcel o bajo arresto domiciliario y no fue autorizada a presentarse a estas elecciones legislativas, las primeras desde 1990.
Por éste y otros motivos, opositores y potencias occidentales estiman que estos comicios serán una farsa para afianzar el poder de la junta militar que gobierna el país desde hace casi medio siglo.
En 1990, la opositora Liga Nacional para la Democracia (LND) de Suu Kyi, fundada en 1988 tras un alzamiento contra la junta, ganó las elecciones por amplio margen, pero los militares nunca reconocieron el resultado.
Este año, al negarse la junta militar a autorizar a Suu Kyi a presentarse, la LND optó por boicotear los comicios.
Un grupo de ex miembros del LND formaron un nuevo partido, la Fuerza Nacional Democrática (FND), para presentarse a las elecciones, pese a que Suu Kyi estaba en desacuerdo.
Para muchos opositores, sin Suu Kyi, una victoria comparable a la de 1990 resulta impensable. También llamada «la Dama», Suu Kyi sigue siendo un símbolo de la libertad en un país gobernado con mano de hierro.
El pasado lunes 27 de septiembre, tras una reunión en Nueva York del grupo de «Amigos de Birmania», integrado por países como China, India, Tailandia, Singapur, Indonesia, Gran Bretaña o Estados Unidos, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó que los delegados «pidieron que se avanzara hacia la liberación de presos políticos», incluida Aung San Suu Kyi.
El 24 de septiembre, responsables birmanos habían indicado que la célebre disidente sería autorizada a votar, cuatro días después de haber dicho lo contrario.
En ese contexto, hay quienes también dudan de su liberación: «Lo creeré cuando lo vea», dijo el analista Aung Naing Oo, quien reside en Tailandia.
«Es una dictadura militar. Los aspectos legales del asunto le dan lo mismo. Si no lo quieren liberar, no la van a liberar», estimó.
Suu Kyi fue educada en las mejores escuelas de Rangún y luego en Oxford, en el sur de Gran Bretaña. De regreso a Birmania en 1988, habló en público por primera vez en agosto de ese año y pasó a formar parte del movimiento de oposición que hizo tambalear al poder militar.