Alentar, a través de la belleza, una reflexión crítica sobre lo que ocurre en el mundo, para «liberar» al espectador de la «anestesia» de los medios de comunicación, proponen los artistas brasileños Mauricio Dias y Walter Riedweg en la Documenta XII, de Kassel (centro de Alemania), la mayor muestra de arte contemporáneo del mundo.
El taller «Dias Riedweg», que desde 1993 desarrolla en espacios públicos proyectos artísticos interdisciplinarios, presentó en la Documenta dos vídeo-instalaciones.
Estas son «Voracidad máxima» (2003), realizada en colaboración con «chaperos» (prostitutos «gay») de Barcelona (España), exhibida ya en tres exposiciones, y «Funk Staden», una obra inédita, concebida especialmente para la muestra de Kassel, sobre las imágenes que tenían de Brasil los europeos en la época de los descubrimientos y los bailes «funk» de las favelas de Río de Janeiro, en la actualidad.
La Documenta XII, abierta el pasado 16 de junio, se extenderá hasta el próximo 23 de septiembre, y espera con 500 obras de 113 artistas la presencia de más de 650.000 visitantes.
En «Voracidad Máxima», presentada ya en Barcelona, París y Sao Paulo, Mauricio Dias, nacido en Río de Janeiro en 1964, y Walter Riedweg (Lucerna, Suiza, 1955), investigan y documentan «las relaciones imprevisibles, pero existentes, entre sexualidad y economía en la sociedad actual».
«Creemos que este trabajo trata de ciertos aspectos de la ’vida al desnudo’ –uno de los temas centrales de la Documenta XII– de forma bastante singular», declararon los artistas en una entrevista con la AFP.
En «Funk-Staden», Dias y Riedweg muestran los bailes «funk» de las favelas de Río de Janeiro y los grabados del libro «Historia verdadera», escrito en 1557 por el alemán Hans Staden.
«Staden, originario de Kassel, integró las expediciones mercantilistas del siglo XVI, naufragó ante la que sería (más tarde) la costa de Brasil y fue capturado por los indios tupinambás», evocaron los artistas.
«Más tarde, liberado ya, escribió el libro que consta como la primera descripción de los brasileños. Entre un tono de diario y de devaneo fantasioso el libro relata las ’prácticas canibalísticas» de los indios, originando así en el imaginario europeo el mito de la selva tropical y el concepto de exótico que legitimara la violencia del colonialismo que le siguió».
En el vídeo se ve «a los integrantes de los bailes ’funk’ de las favelas cariocas», un universo «violento como el de los tupinambás», que «transgrede de alguna forma la cultura y los límites sociales, frente al capitalismo globalizado», afirmaron Dias y Riedweg.
«Esperamos que ambas obras contribuyan como puntos de reflexión crítica en el debate sobre la alteridad social, sobre los relacionamientos subjetivos y socio-políticos que diseñan y forman las bases de la sociedad en que vivimos», añadieron.
Dieas y Riedweg agregaron que esperan que estas obran sean «una invitación a pensar y a ver el mundo con ojos más vivos e interesados que lo requerido por los medios de comunicación y el marketing».
«El arte puede ’desanestesiar’ los sentidos de las personas, lo que el mundo mediático del capitalismo globalizado impone sobre su subjetividad. El arte debe ser liberador, bello», afirmaron.
«Aquello que es bello debe ser al menos liberador», señalaron Dias y Riedweg, quienes preparan ahora otra obra con vídeos, «tal vez, una metáfora sobre el capital, que circula, inmoral y sin razón, de mano en mano, o una metáfora sobre la propia comunicación», en una forma de arte más dialogada que involucra al espectador.