Liberan a observadores de la OSCE en Ucrania


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Rebeldes prorrusos en el este de Ucrania dejaron hoy en libertad a siete observadores militares de la OSCE y a cinco ayudantes ucranianos de éstos, retenidos durante más de una semana.

Por PETER LEONARD SLOVYANSK /Agencia AP

Poco antes de las liberaciones, el líder de los insurgentes en Slovyansk, Vyacheslav Ponomarev, fue citado por la agencia de noticias Interfax diciendo que ordenó la liberación debido a la creciente inseguridad en la ciudad.

Los observadores fueron capturados el 25 de abril en la ciudad de Slovyansk, epicentro de la agitación en el este de Ucrania, cuando viajaban con un equipo de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.

Según los insurgentes, estas personas portaban materiales sospechosos y espiaban para la OTAN.

Un observador de Suecia también fue capturado, pero fue dejado en libertad antes. A diferencia de los otros países de los que son oriundos los observadores, Suecia no es integrante de la OTAN y el observador sufre de una forma leve de diabetes.

Se reportó que dos helicópteros del gobierno fueron derribados el viernes a las afueras de la ciudad, muriendo dos tripulantes. El ministro de Defensa ucraniano dijo que otros dos soldados murieron en un enfrentamiento en la periferia.

El líder rebelde Ponomarev informó que diez residentes locales murieron en un enfrentamiento con soldados en las afueras de Slovyansk. Hoy, un periodista de The Associated Press vio el cadáver de un hombre de mediana edad en el lugar de ese choque, en el suelo y cubierto de casquillos de bala, pero no hubo confirmación independiente de los diez muertos.

El sábado, hubo informes de prensa de supuestos combates en la ciudad de Kramatorsk, a unos 15 kilómetros (10 millas) al sur de Slovyansk.

A pesar de la liberación, las tensiones en Ucrania aumentaron agudamente después de que al menos 42 personas murieron el viernes en enfrentamientos entre partidarios del gobierno y opositores en el puerto de Odessa, en el Mar Negro.

El enfrentamiento comenzó con una pelea callejera entre ambos bandos en el cual se reportó que al menos tres personas murieron por disparo de arma de fuego. Entonces la pelea se volvió una conflagración espantosa, cuando opositores al gobierno se refugiaron en un edificio que se incendió después de que manifestantes lanzaron bombas incendiarias al interior.

Al menos 36 personas murieron por el fuego, según el ministerio de manejo de emergencias. Un comunicado del Ministerio del Interior proporcionó una cifra total de muertos de 42, pero no la detalló.

El jefe de la policía de la ciudad, Petr Lutsyuk, emitió hoy un comunicado pidiendo calma en la ciudad de aproximadamente un millón de habitantes, pero horas más tarde fue despedido por el Ministro del Interior Arsen Avakov.

El vocero del presidente ruso Vladimir Putin condenó abiertamente las muertes en Odessa, diciendo que son evidencia de que el gobierno interino en Kiev —el cual se instaló en el poder tras el derrocamiento del presidente prorruso luego de meses de manifestaciones en su contra— alentó a extremistas nacionalistas.

«Sus armas están ensangrentadas hasta los codos», dijo Dmitry Peskov, citado por agencias rusas de noticias.

Uno de los observadores liberados, el coronel alemán Axel Schneider, dijo a The Associated Press que todos los 12 se encontraban en buena condición.

«Tuvieron una actitud muy positiva y eso les dio la fortaleza para soportar la situación», apuntó. «Según su palabra (la de Ponomarev), hemos sido tratados tan bien como ha sido posible. Ésta es una situación desdichada, pero estuvimos bajo su protección».

Los retenidos incluyeron otros tres alemanes y un soldado de cada uno de los siguientes países: Polonia, Dinamarca y República Checa.

Aunque Rusia niega las afirmaciones de que fomenta la agitación en el este de Ucrania, donde los insurgentes han ocupado edificios de gobierno en más de 10 ciudades y localidades, envió a su defensor de derechos humanos Vladimir Lukin a que negociara la libertad de los observadores.

Lukin, citado por la agencia noticiosa estatal rusa Ria Novosti, dijo que la libertad de los observadores fue «un acto humanitario voluntario» de quienes los habían capturado.