Liberan a marinos británicos


Irán anunció el miércoles que habí­a liberado a los cinco marinos británicos detenidos el 25 de noviembre en el Golfo, reconociendo que habí­an ingresado por error en sus aguas territoriales.


En Londres, el jefe de la diplomacia británica David Miliband saludó la manera «profesional» con la que las autoridades iraní­es solucionaron el caso y confirmó que los cinco hombres habí­an partido de la isla de Siri en el Golfo, donde se hallaban detenidos, y estaban «en ruta hacia aguas internacionales».

En Teherán, el servicio de relaciones públicas de los Guardianes de la Revolución indicó que «los cinco británicos que habí­an entrado ilegalmente con su velero en las aguas territoriales iraní­es y habí­an sido detenidos cerca de la isla de Siri fueron liberados hace unas horas».

«Tras haber recabado los testimonios de la tripulación, que alegaba haber ingresado por error en aguas iraní­es, y después de una investigación, resultó evidente que este ingreso ilegal se debió a un error», dijeron los Guardianes de la Revolución, citados por la prensa.

Los cinco marinos fueron detenidos cuando navegaban de Bahréin a Dubái a bordo del velero de 18 metros «Kingdom of Bahrain», de la firma Sail Bahrain -perteneciente al soberano de Bahréin- para participar en una regata.

Según el secretario general de la Asociación Bahreiní­ de Deportes Náuticos, Noaman Al Hasan, indicó que un barco de Bahréin zarpó para proceder al remolque del naví­o de los ex cautivos, que «serán entregados en aguas internacionales a un representante del equipo deportivo bahreiní­ y llevados al Dubai International Marine Club».

Las circunstancias de la detención del velero siguen siendo imprecisas. El incidente se produjo en una zona militarmente sensible, a la entrada del Golfo y a proximidad de la isla iraní­ de Abú Mussa, reinvindicada también por los Emiratos Arabes Unidos.

La detención sólo fue anunciada cinco dí­as más tarde, el 30 de noviembre, por las autoridades británicas, que adoptaron una posición cautelosa y calificaron el caso de «puramente consular».

No obstante, el jefe de la diplomacia británica, David Miliband, habí­a aumentado la presión reclamando públicamente «informaciones claras» sobre la situación de la tripulación y «una solución rápida» del problema.

El gobierno de Bahréin habí­a dicho que también habí­a iniciado gestiones ante Teherán para obtener una liberación de la tripulación del velero que debí­a participar en una regata entre Dubái y Mascate.

En un primer momento, las autoridades iraní­es habí­a mantenido la duda evocando la posibilidad de poner a los cinco británicos a disposición de la justicia si se demostraba que su entrada a aguas iraní­es tení­a «malas intenciones».

Este incidente se produjo en un contexto de creciente tensión entre Teherán y Londres en torno al programa nuclear iraní­.

Teherán acusa a Gran Bretaña de ser, junto con Estados Unidos, uno de los principales instigadores de su condena por la Agencia Internacional de la Energí­a Atómica (AIEA) la semana pasada.