Francia liberó hoy al iraní Alí Vakili Rad, condenado en 1994 por el asesinato de Chapur Bajtiar, ex primer ministro del Sha de Irán, alimentando las sospechas de un canje por la joven francesa Clotilde Reiss, que regresó de Teherán el domingo tras diez meses de detención.
Alí Vakili Rad estaba en la cárcel en Francia desde 1991, tras el asesinato en las afueras de París de Chapur Bajtiar, primer ministro del Sha de Irán a fines de los 70, quien tras la revolución islámica se exilió en Francia.
En 1994, Vakili Rad fue condenado a cadena perpetua con una pena de seguridad inconmutable de 18 años.
«El tribunal de aplicación de penas, aceptó, mediante sentencia este día, beneficiar a Alí Vakili Rad con una liberación condicional», indicó la fiscalía el martes en un comunicado, al día siguiente de que el ministro francés del Interior, Brice Hortefeux, firmara su orden de expulsión.
Vakili Rad abandonó el martes la cárcel de Poissy, en las afueras de París y hacia las 15H00 locales (13H00 GMT) partió desde el aeropuerto de Orly a bordo de un avión de la compañía Iran Air rumbo a Teherán, indicó una fuente aeroportuaria.
En el aeropuerto, Alí Vakili Rad permaneció en una zona protegida, apartada de la prensa.
El abogado Karim Lahidji, que representó a la familia de Chapur Bajtiar durante el juicio en 1994, denunció que la liberación de Vakili Rad fue resultado de un «mercadeo con un Estado terrorista».
«Es un fracaso para un gobierno democrático ceder frente a un Estado terrorista», sostuvo el letrado de origen iraní a la AFP. Lahidji es además vicepresidente de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH).
El gobierno francés volvió a negar esa acusación.
«La justicia es independiente y en ningún momento ha habido vínculo alguno, ningún mercadeo, ningún canje, ningún trato que fuera», sostuvo el portavoz del ministerio francés de Relaciones Exteriores, Bernard Valero.
Poco después, el secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Pierre Lellouche, negó en la Asamblea Nacional (cámara de Diputados) que haya habido «mercadeo alguno» entre Francia e Irán.
La liberación condicional de Vakili Rad se produjo 48 horas después del regreso a Francia de Clotilde Reiss, de 24 años, lectora en la universidad iraní de Ispahan (centro) que estuvo detenida en Irán desde julio de 2009, acusada por las autoridades de participar en las manifestaciones antigubernamentales luego de la reelección del presidente Mahmud Ahmadinejad.
Lahidji admitió en cambio la legalidad del procedimiento de liberación de Vakili Rad, el único de los tres asesinos de Bajtiar atrapados por entonces en Ginebra.
Habiendo cumplido la parte inconmutable de su pena, Vakili Rad estaba en condiciones de recuperar la libertad desde hacía casi un año, pero esto dependía de la orden de expulsión. Después de negarse a firmarla durante varios meses, el ministro francés de Interior, anunció el lunes que finalmente la había firmado.
El caso de la francesa, que el presidente iraní comparó abiertamente meses atrás con el de los iraníes retenidos en Francia, fue también vinculado con el del ingeniero iraní Majid Kakavand, a quien la justicia francesa puso en libertad el 5 de mayo tras rechazar su extradición a Estados Unidos, que lo acusaba de haber suministrado a Irán componentes electrónicos sensibles.
El presidente francés Nicolas Sarkozy no abordó directamente la polémica, pero el domingo «agradeció particularmente» a sus homólogos de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, de Siria (Bachar el Assad) y de Senegal, Abdoulaye Wade, su «papel activo» en la liberación de Clotilde Reiss.
El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, confirmó el lunes en Madrid que Brasil desempeñó un «papel fundamental» en la liberación de la joven francesa.
Amorim regresaba de Teherán, donde participó en el acuerdo alcanzado junto a Turquía e Irán sobre un intercambio de uranio enriquecido contra combustible para su reactor nuclear de investigación.