La Sala Primera de Apelaciones declaró con lugar la apelación interpuesta por la defensa de Carlos Cabané Ortega y ordenó su inmediata libertad; el recién liberado fue hallado culpable, en un segundo juicio, de la estafa de Q 15 millones en la Portuaria Quetzal.
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Los miembros de esa sala anularon el caso al encontrar vicios en la última sentencia emitida por el Tribunal Primero en un segundo debate. Dicha cámara de apelación conoció la apelación planteada en el primer debate donde Cabané fue absuelto.
Napoleón Gutiérrez, presidente de la Sala Primera, explicó que existían dudas dentro del proceso en cuanto a la declaración de uno de los testigos sugerido por el Ministerio Público (MP).
«Encontramos dudas en cuanto al testimonio de una testigo que durante el primer debate reconoció un 50 por ciento al acusado y en el reenvío manifestó que Cabané tenía ciertas características», manifestó el juez.
Cabané fue capturado en julio de 2005 en Sinaloa, México, y fue acusado de lavado de dinero, uso público de nombre supuesto, caso especial de estafa y falsedad material.
En 2006 el Tribunal Quinto absolvió por unanimidad a Cabané Ortega por la estafa de Q15 millones a la Portuaria Quetzal; el MP apeló y en un segundo debate en 2007 el Tribunal Primero lo condenó a 10 años de prisión y al pago de Q 2 millones.