Surge la necesidad de incluir dentro de la discusión de la liberalización económica y el factor de migración, un elemento importante, el de la pobreza. Solicitar a lo externo trato justo para el migrante si no se ha sido capaz de proporcionar a lo interno justicia social es «alcahuetear» una situación inmoral.
Según un informe de las Naciones Unidas, Europa alberga la mayor cifra de inmigrantes, pero Norteamérica y Oceanía son las regiones donde el peso sobre el total de la población es mayor, desde esa perspectiva no deseo abordar el tema de la identidad nacional o el de ciudadanía en el contexto mundial desvirtuado por los falsos nacionalismos xenofobicos que abordan el tema migratorio desde una visión miope y torpe; mi interés al escribir el presente ensayo prioriza el aspecto económico y social, así como la corresponsabilidad que se debe asumir desde nuestras propias realidades y con ello al exigirse la apertura económica -comercial y al liberalizarse los flujos de capital que van y vienen, se debe considerar la problemática de los flujos migratorios que se evidencian aún más en esa dispar relación entre las economías de America Latina y ífrica y las economías de Estados Unidos, Canadá, Asia, Oceanía y Europa.
Considero que se debe trabajar en un contexto latinoamericano y africano con visión integracionista, que promueva la equidad social a lo interno primero y partir de allí posiciones en conjunto no aisladas con intereses en común para los ciudadanos de nuestras respectivas regiones exigir igualdad y respeto. En el caso africano esta situación luego del proceso de descolonización tiende a ser más difícil.
Importante será rescatar de los procesos de negociación comercial, mas allá de la simple visión de suplementariedad que satisface al capital, el tema de la complementariedad que satisface lo social y que incluye entre otros mecanismos de inversión, promoción de la pequeña y mediana industria, acceso a mercados, competitividad e incluso algún tipo de «incentivos» como suelen llamarle a los subsidios.
En todo caso la liberalización económica y de mercado de capitales debe contener mas allá de los compensadores sociales, como se suele exigir con los TLC’s un alto componente de inversión que promueva la inversión enfocada al desarrollo como paliativo de la pobreza y la migración.
Los procesos migratorios no solamente originan por factores económicos, lo he dicho con anterioridad, otros procesos migratorios originan del conflicto político – social (en su expresión menos compleja), del post conflicto (en su expresión mas compleja) y de algunos mecanismos de dependencia social provocados por la falsa percepción de una mejor calidad de vida asociada al consumo que se traduce en un muchos casos en sueño incumplido.
¿Es que acaso los procesos de refundación de civilizaciones no vienen acompañados de flujos de migración? ¿Qué motivaron los procesos de migración en el pasado? ¿Algún día se detendrá la emigración? ¿Liberalización para qué? ¿Para quién? Esas son respuestas que solamente espero sirvan para más en el tema.