Liberales son los grandes favoritos en legislativas


Una foto de archivo muestra a los elctores esperando en la cola para depositar su voto en Almere, al este de Amsterdam. AFP PHOTO / T Erik Van

El partido liberal (VVD), que preconiza una reducción del gasto público, es el gran favorito en los comicios legislativos anticipados del miércoles en Holanda, donde la crisis económica se convirtió en la principal preocupación de los electores.


Las últimas encuestas dan al VVD (Partido Popular por la Libertad y la Democracia) de Mark Rutte, de 43 años, unos 150 escaños en la cámara baja del Parlamento, en las primeras legislativas que se realizan en la eurozona desde la crisis griega.

El gobierno saliente, del primer ministro democristiano (CDA) Jan Peter Balkenende, en funciones desde 2006, renunció el 20 de febrero por divergencias en el seno de la coalición con los cristianos de derecha (CU) sobre la conveniencia de mantener tropas en Afganistán.

El CDA, un socio ineludible de las coaliciones holandesas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, saldrí­a tercero, con unas 25 bancas contra 41 actuales, detrás de los laboristas de Job Cohen, un ex alcalde de Amsterdam, adalid de la integración y enemigo jurado del partido xenófobo PVV de Geert Wilders.

El PVV, con una fuerte prédica contra el islam, quedarí­a cuarto, pero podrí­a duplicar el número de sus diputados, que actualmente son nueve, y espera entrar a un gobierno de coalición dirigido por Mark Rutte.

El politólogo Martin Roseman, de la Universidad de Twente, destaca que «Wilders tiene una gran influencia en estas elecciones».

Sus posiciones contrarias a la tolerancia multicultural, que durante mucho tiempo fue un orgullo para los holandeses, «obligaron a los otros partidos a adoptar una posición más estricta sobre la inseguridad y la inmigración», explica.

El programa de los liberales prevé fundamentalmente una reducción de 20.000 millones de euros en los gastos del Estado y la disminución a cero del déficit público para el año 2015; propone también reducir a la mitad el número de ministros y llevar la edad de la jubilación de 65 a 67 años.

«Durante los diez últimos años, se hablaba de la inmigración y la integración. Súbitamente, con la crisis, lo que cuenta es la economí­a, las restricciones presupuestarias, el desempleo», destaca el politólogo Andre Kruwel, de la Universidad de Amsterdam.

Wilders, que dejó el partido liberal en 2004 para crear el PVV, preconiza el cese de la inmigración procedente de paí­ses islamistas. El partido xenófobo llegó a la cabeza en las elecciones municipales del 3 de marzo en Almere (190.000 habitantes), una de las dos únicas ciudades en las que se presentaba.

Los ecologistas (GroenLinks), liderados por Femke Halseman, una mujer de 44 años, tienen siete diputados. El Partido Socialista (SP), de lejanas raí­ces maoí­stas, dirigido por Emile Roemer, ocupan 25 curules, pero está en fuerte baja en los sondeos.

El partido centrista D66, dirigido por Alexander Pechtold, podrí­a triplicar sus diputados (actualmente tiene tres) y ser cortejado con miras a la formación de una coalición.

La Unión Cristiana (ChristenUnie), miembro de la ex coalición en el poder y dirigida por André Rouvoet, cuenta con seis diputados.