Decenas de navíos, entre ellos grandes transbordadores de pasajeros atrapados por el hielo en el Mar Báltico, fueron liberados hoy en la mañana, anunciaron las autoridades marítimas suecas.
«Ya no hay ningún barco bloqueado por el hielo», precisó a la AFP Ann Ericsson, de la unidad de rompehielos de la Administración Marítima Sueca.
Durante la mañana, un transbordador con unos mil pasajeros fue liberado del hielo después de largas horas de angustia, indicaron las autoridades marítimas suecas.
La Administración Marítima Sueca había señalado el jueves que unos 50 buques mercantes esperaban la llegada de los rompehielos, incluyendo a varios transbordadores que realizan el transporte de pasajeros entre Suecia, Finlandia y Estonia.
Muchas embarcaciones quedaron atrapadas en el hielo en medio de un fuerte viento a la entrada del archipiélago de Estocolmo, en un invierno que ha mantenido a Suecia en temperaturas bajo cero desde diciembre.
«El «Amorella» fue liberado (del hielo) esta mañana temprano», declaró a la AFP Tommy Gardebring, portavoz de la Administración Marítima Sueca.
El transbordador, cuyo propietario es la compañía Viking Line, puede transportar hasta 1.313 pasajeros y tripulantes entre Finlandia y Suecia. Quedó bloqueado por el hielo el jueves, al exterior del archipiélago de Estocolmo, que cuenta con más 20.000 islas.
Al tratar de liberarse por sí mismo, el «Amorella» chocó con otro barco bloqueado, pero la compañía Viking Line insiste en que no hubo daños y en que los pasajeros en ningún momento estuvieron en peligro.
«No hemos dormido mucho», señaló Lena, una pasajera del «Amorella». «Hemos observado cómo trabajaban los rompehielos y los helicópteros».
Dos pequeños rompehielos habían intentado liberar al «Amorella» y otros transbordadores el jueves sin éxito. Los barcos debieron esperar que el «Ymer», un rompehielos más grande, navegara desde la Bahía de Botnia en el norte, donde había liberado ya unos 50 navíos de carga y comerciales atrapados desde hacía varios días.
Doce barcos se encontraban todavía en el puerto de Sundsvall, al norte de la capital, donde esperaban que el «Ymer» regresara para escoltarlos fuera del muelle, indicó Ericsson.
«Están esperando ayuda, aunque ninguno está atascado», señaló, añadiendo que el viento se había calmado y que las condiciones de navegación habían mejorado.
Las autoridades marítimas suecas habían emitido una advertencia indicando a los botes que no siguieran la ruta en la cual la mayoría de los transbordadores se habían atascado.
«Quedaron atrapados justo afuera del archipiélago, donde el hielo se está desplazando y es muy difícil navegar», indicó Johny Lindvall, de la unidad de rompehielos del servicio marítimo sueco. «Desde mediados de los años ochenta no había visto tantos botes atrapados al mismo tiempo», añadió.
Las autoridades marítimas criticaron la decisión de los grandes transbordadores de pasajeros, equipados para romper sólo las delgadas capas de hielo que a menudo cubren el Mar Báltico, de ignorar las advertencias e intentar de todas maneras esa traicionera ruta.
«El problema es que estos grandes transbordadores creen que pueden con el helo», indicó Ulf Gullne, también de la unidad de rompehielos, a la radio pública sueca. «Tienen motores muy poderosos, pero en este caso el hielo fue sencillamente demasiado para ellos».