Ley exige paridad en salud mental


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Es definitivo: Las empresas que ofrecen seguros de salud deben cubrir ahora enfermedades mentales y abuso de drogas de la misma manera que cubren enfermedades físicas.

Por KEVIN FREKING WASHINGTON /Agencia AP

El gobierno del presidente Barack Obama dictó ayer nuevas normas que establecen cómo se debe administrar la ley de paridad de salud mental en los próximos cinco años.

La secretaria de Salud y Servicios Humanos, Kathleen Sebelius, dijo que la regla debería poner fin a la discriminación a que se somete a algunos pacientes de salud mental con costos más altos que no son cubiertos por los seguros o límites más estrictos en las hospitalizaciones o visitas al médico.

La ley, que fue firmada por el presidente George W. Bush, tenía por objeto impedir esa situación. Pero los defensores de pacientes con problemas mentales dijeron que las aseguradoras a menudo eludían las intenciones de los legisladores a través de demoras de los pedidos de cobertura y poniendo obstáculos burocráticos. Éstos calificaron la nueva orden del gobierno de Obama como necesaria para garantizar que los pacientes reciban las prestaciones a que tienen derecho.

El gobierno había prometido emitir una regla definitiva de paridad sobre cobertura de salud mental como parte de un esfuerzo para reducir la violencia armada. Las autoridades dijeron que ahora han completado o han hecho un importante progreso con 23 acciones ejecutivas que eran parte de un plan anunciado en respuesta a la matanza ocurrida en diciembre del año pasado en una escuela de Newtown, Connecticut.

Funcionarios de los Planes de Seguros de Salud de Estados Unidos, un grupo commercial, dijo que todavía revisaban la normativa. Gil Kerlikowske, director de la Oficina Nacional de Política de Control de Drogas de la Casa Blanca, dijo que la normativa se basa en la necesidad de tratar la drogadicción como un asunto de salud pública y no como un problema de justicia penal.

Destacó que unos 23 millones de estadounidenses sufren de adicción de sustancias, pero solo uno de cada diez recibe el tratamiento que necesita. «El acceso a un tratamiento por drogas no debería ser un privilegio para pocos que puedan costearlo. Debe brindarse a todo aquél que lo necesita», agregó Kerlikowske.