Ley de Memoria Histórica


Recuerdo dañino. Imagen de la Basí­lica del Valle de los Caí­dos, un monumento a los combatientes franquistas de la Guerra Civil, y donde está enterrado el Generalí­simo Franco. Según la nueva ley, este monumento deberá ser despolitizado. (AFP / La Hora)

El Congreso de los Diputados español aprobó hoy la Ley de la Memoria Histórica, un gran proyecto del gobierno socialista para rehabilitar a las ví­ctimas de la Guerra Civil (1936-39) y la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).


Los diputados lo adoptaron por 324 votos a favor y los votos en contra del principal partido de oposición, el Partido Popular (PP, conservador), por estar en contra de la ley, y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), por estimarla demasiado débil.

El partido socialista en el gobierno tuvo que negociar a la baja el texto de la ley durante meses debido a las fuertes diferencias entre los partidos y para cumplir su objetivo de adoptarla antes de que terminara la actual legislatura.

La ley, que debe ser ratificada por el Senado, reconocerá y aumentará los derechos de los perseguidos durante la Guerra Civil y la dictadura de Franco.

Declarará ilegí­timos, aunque sin anularlos, como pedí­an algunos partidos, los «tribunales, jurados y cualesquiera otros órganos penales o administrativos» de la Guerra Civil que dictaron juicios sumarios por motivos «polí­ticos, ideológicos o de creencia religiosa».

Asimismo obligará a retirar los sí­mbolos de la dictadura, creará un centro de documentación sobre este perí­odo, despolitizará el Valle de los Caí­dos, donde está enterrado Franco, y aumentará las ayudas a las ví­ctimas de la Guerra Civil y el franquismo.

La ley pretende «reconocer e incrementar los derechos» de los que fueron perseguidos durante la Guerra Civil y la dictadura de Franco, además de conservar los documentos vinculados a este perí­odo, según el texto del proyecto.

Tras meses de negociaciones entre los grupos polí­ticos en el Congreso, los socialistas obtuvieron el apoyo de ERC, los nacionalistas moderados catalanes de CiU y vascos del PNV, y el partido de izquierdas IU-ICV.

La ley declarará ilegí­timos, aunque sin anularlos, como pedí­an algunos partidos, los «tribunales, jurados y cualesquiera otros órganos penales o administrativos» constituidos durante la Guerra Civil (1936-1939) para imponer condenas en juicios sumarios por motivos «polí­ticos, ideológicos o de creencia religiosa».

Además obligará, entre otras medidas, a retirar los sí­mbolos de la dictadura.