La Asamblea Nacional (Parlamento) de Venezuela, de mayoría oficialista, aprobó este jueves en segunda lectura la reforma a de una ley sobre delitos cambiarios que otorga al Banco Central (BCV) el control de las operaciones, incluidas las del mercado del dólar paralelo.
«Queremos tener transparencia, que cada quien sepa a quién se le otorgan las divisas», dijo el diputado oficialista Ricardo Sanguino, impulsor de la reforma de ley.
Con este cambio de normativa, el BCV pasa a controlar el llamado dólar permuta, una forma legal de obtener dólares en Venezuela vía la venta de títulos y bonos, cuyo valor lo fija la ley de la oferta y la demanda.
En estos momentos, el dólar permuta se cotiza a valores muy superiores a los precios oficiales del billete verde y su divulgación está prohibida por ley.
Desde enero, las tasas oficiales del dólar en Venezuela son dos: 2,6 bolívares para importaciones esenciales, fundamentalmente del Estado, y 4,3 bolívares por dólar para el resto de las operaciones.
A partir de ahora, el BCV autorizará cuáles instituciones financieras podrán realizar operaciones con bonos y fijará límites para el valor de este dólar permuta.
«Se acabó que los empresarios venezolanos que no quieren al país compren títulos y los vendan en el extranjero para sacar los dólares», señaló Sanguino, tras señalar que estas operaciones son «la causa por la que no se hacen inversiones y no aumenta la producción interna».
En Venezuela impera desde 2003 un férreo control de cambio y el gobierno es el encargado de otorgar dólares a empresas y particulares.
Pero el Ejecutivo no está dando suficientes dólares para asumir las millonarias importaciones de bienes de las que Venezuela depende y por tanto, empresas y particulares acuden a este mercado permuta a comprar dólares, lo que hace que su precio se haya disparado últimamente.
El diputado opositor Juan José Molina rechazó la aprobación de estos cambios en la normativa porque considera que «se va a generar un mercado negro del dólar que no va a poder ser controlado por esta legislación».
Pero la ley prevé este auge del mercado negro o ilegal y estipula que si se realizan operaciones cambiarias sin la supervisión del BCV que superan los 10.000 dólares al año la multa será el doble del monto de la operación.
Además, si la cantidad supera los 20.000 dólares al año, se contemplan penas de cárcel de entre dos y seis años.
El diputado oficialista Simón Calzadilla, que salvó su voto, indicó que se debe «cambiar la estrategia de intervención» en el mercado paralelo y propuso que «el Banco Central de Venezuela no ofrezca bonos convertibles (en dólares), sino directamente dólares contantes y sonantes».
El dólar permuta se usaba actualmente para un 45% de las importaciones venezolanas, según expertos. Además, muchos ciudadanos que viajan al exterior o deben enviar dinero fuera del país acuden a este mercado a comprar dólares.
En 2009, el mercado paralelo movió en Venezuela más de 27.000 millones de dólares, según un informe de la firma Ecoanalítica.
Según los expertos, esta nueva situación legal impactará negativamente en la inflación venezolana, que en los últimos 12 meses ya supera el 30%.