Les viene del norte


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A cualquier militante político partidario que se le pregunte el significado de la expresión “me viene del norte” seguramente tiene la respuesta en la punta de la lengua, porque vaya si no ha quedado demostrado lo poco que les importa la Ley Electoral y de Partidos Políticos, empezando porque durante el desarrollo de las pasadas elecciones se hizo patente su incumplimiento y hasta hoy, no se ha cumplido con retirar la propaganda política todavía presente en las calles y carreteras del país.

Francisco Cáceres Barrios
fracaceres@lahora.com.gt


Excusas abundan para tratar de justificar su eterna burla a lo que disponga  la Ley Electoral, sin ir tan lejos, hasta el mismo partido oficial sigue contaminando el ambiente visual, al igual que sus antecesores y ahora le echan la culpa a las empresas de vallas contratadas por no haberlas retirado y el colmo de los colmos de la desfachatez, que vayan a seguir visibles mientras dichas empresas no reciban nuevos contratos para los espacios ocupados. Sigue siendo notorio que a muchos más les viene del norte cumplir con las leyes del país.
Lamento haberme enterado a última hora que el pasado lunes se efectuaría un foro con la participación de algunos grupos cívicos, entidades universitarias y políticos que, buscando mejorar las disposiciones que contiene la actual Ley Electoral y de Partidos Políticos realizaron, porque este asunto es de suma urgencia atenderlo, como promover la participación ciudadana en general. De ahora en adelante este tipo de eventos debieran lograr despertar a la ciudadanía, más todavía, cuando se busca lograr una real representatividad popular en el Congreso de la República que evite seguir con la actual mascarada politiquera, como que el innecesario número de 158 diputados pueda  aumentarse derivado de la realización del censo poblacional que se avecina.
Más importancia tiene, cuando el propósito incluye controlar la corrupción con el financiamiento de las organizaciones políticas y que el sistema electoral pueda servir para mejorar el actual sistema democrático, acabando con la fuente generadora de corrupción que seguimos viviendo. Pero la pregunta clave está en: ¿cuántos ciudadanos vamos a participar activamente para lograr tan caro objetivo?; ¿también usted, estimado lector, piensa responder “que la política le viene del norte”? En cambio,  cuando se trata de quejas, lamentos y de criticar nuestro pobre ejercicio democrático, muchos conciudadanos insisten en el criterio “eso se lo dejo a otros, porque la política no va conmigo”.
Si se trata de modificar la actual Ley Electoral y de Partidos Políticos nadie debiera quedarse atrás, ni las universidades, gremios empresariales, organizaciones profesionales y cuanta entidad representativa exista,  porque ahora es cuando la ciudadanía sí tiene vela en este entierro. Llegó el momento de abandonar toda actitud que demuestre desidia, indiferencia o desinterés, al igual que continuar con la mala práctica de dejar hacer y dejar pasar, lo que nos tiene a todos pasando por la difícil situación en que hoy nos encontramos.