La carrera de Mel Gibson está prácticamente acabada después de la polémica que ha protagonizado en las últimas semanas. Las manifestaciones machistas y los maltratos a su ex mujer, Oksana Grigoieva, han hecho que su reputación esté por los suelos y la industria empiece a darle la espalda. El último, el actor Leonardo DiCaprio, quien tenía previsto protagonizar el próximo trabajo de Gibson pero ha decidido finalmente rechazar el proyecto.
Gibson, consciente de su declive gracias al fracaso de su última película y a la mala reputación que él mismo se ha creado, sólo tenía un último deseo antes de poner fin a su carrera cinematográfica: rodar una película de vikingos que tiene en mente desde la adolescencia.
Quería despedirse por todo lo alto y por ello fichó para este film a dos pesos pesados: el guionista William Monahan, ganador del Oscar por «Infiltrados», y al protagonista de ésta y actor de moda, Leonardo DiCaprio.
Sin embargo, DiCaprio, consciente de que su carrera lleva un camino totalmente opuesto al de Gibson y saborea su mejor momento profesional, con una reputación impecable y una crítica cada vez más entusiasmada con su trabajo, no quiere verse salpicado por los escándalos de Gibson y ha rechazado finalmente ponerse el casco de vikingo.