Lentas negociaciones de ingreso a UE


David Cameron (I) y Tayyip Erdogan, ministros británico y turco, respectivamente. FOTO LA HORA: AFP ADEM ALTAN

El primer ministro británico David Cameron dijo estar «enojado» por la lentitud de las negociaciones para que Turquí­a ingrese en la Unión Europea (UE) y estimó que no se puede dejar afuera a un paí­s en base a prejuicios antimusulmanes.


El decidido apoyo de Cameron a Ankara contrasta con la actitud de Francia y Alemania, quienes se han pronunciado contra el ingreso de este paí­s de más de 70 millones de habitantes, en su gran mayorí­a musulmanes, como miembro pleno.

«Cuando pienso en lo que ha hecho Turquí­a para defender a Europa en su calidad de aliado de la OTAN y lo que Turquí­a hace ahora en Afganistán al lado de los aliados europeos, me enoja comprobar que vuestro avance hacia la Unión Europea pueda ser frustrado en la forma en que lo ha sido», dijo en un discurso ante empresarios.

«Pienso que es un error decir que Turquí­a puede montar la guardia en el campamento, sin estar autorizado a entrar en la tienda. Por ello seguiré siendo vuestro abogado más decidido en favor de una adhesión a la Unión Europea y por una mayor influencia vuestra en la mesa de la diplomacia europea», añadió.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, han afirmado que Turquí­a deberí­a ser «socio privilegiado» de la UE, mientras que Ankara desea ser miembro pleno.

Cameron recordó que Francia vetó el ingreso del Reino Unido a lo que es hoy la UE durante la presidencia de Charles de Gaulle (1958-1969).

«Â¿Saben quién dijo «Acá hay un paí­s que no es europeo (…) Acá hay un paí­s que (…) no puede, pese a lo que dice y tal vez hasta cree, ser miembro pleno»?», preguntó.

«Podrá parecerse a algunos europeos hablando de Turquí­a, pero en realidad se trata del general de Gaulle hablando del Reino Unido antes de vetar nuestro ingreso», declaró Cameron.

«Nosotros sabemos lo que es quedar afuera del club», estimó. «Pero también sabemos que estas cosas pueden cambiar», agregó.

El dirigente británico también criticó a quienes se oponen al ingreso de Turquí­a por tratarse de un paí­s mayoritariamente musulmán, un punto de vista marcado por una visión «de la historia del mundo a través del prisma del choque de civilizaciones».

«Piensan que Turquí­a tiene que optar entre Oriente y Occidente y que le es imposible elegir ambas cosas», afirmó.

Estados Unidos estimó que el fracaso de la UE, al no lograr integrar plenamente a Turquí­a, incitó a Ankara a modificar su polí­tica exterior.

Estas afirmaciones fueron realizadas el mes pasado después del voto contrario de Turquí­a a nuevas sanciones contra Irán y el distanciamiento de Israel, uno de sus ex aliados, tras la muerte de nueve turcos en un ataque israelí­ contra una flotilla internacional que procuraba forzar el bloqueo impuesto por Israel a la franja de Gaza.

Cameron pidió a Turquí­a que restablezca sus ví­nculos con Israel y que trate de convencer a Irán de dejar de enriquecer uranio, ya que las potencias occidentales temen que Teherán intente fabricar una bomba atómica.