Las metas de Peyton Manning siguen siendo las mismas. Lo que ha cambiado es el enfoque de corto plazo de los Colts de Indianápolis.
En vez de usar la pretemporada para afinar detalles de su siempre poderosa ofensiva, ellos aún esperan a que Manning esté lo suficientemente sano como para marcar una diferencia y quizás hacer realidad las esperanzas de que el equipo alcance el Super Bowl, a jugarse en su propio estadio en febrero.
«Uno entiende por qué se habla tanto de eso (el Super Bowl)», dijo el pateador Adam Vinatieri, quien cuenta con cuatro anillos de Super Bowl. «Pero está tan lejano que ni siquiera se siente como que ya estamos en este año».
La silenciosa reacción en el camerino cuando se pregunta sobre el Super Bowl es entendible dado que los Colts apenas han ganado un campeonato de la liga no obstante la reciente era de éxitos del equipo, que ha ganado siete de los últimos ocho títulos de la división Sur de la Conferencia Americana y empatado el récord de la NFL de nueve apariciones seguidas en postemporada.
Pero ahora que Indianápolis será sede del Super Bowl por primera vez, las expectativas de la ciudad han cambiado. Los aficionados han estado debatiendo si los Colts pueden convertirse en el primer equipo en jugar un Super Bowl en casa. Llegar a ese punto nunca será sencillo y la lenta recuperación de Manning luego de una cirugía en el cuello ha sido un obstáculo más grande de lo que se anticipó. Por apenas segunda vez en su carrera de 14 temporadas, Manning, quien viene de una temporada de 4.700 yardas por pase y 33 touchdowns, no recibió un solo balón centrado en el campo de entrenamiento y no se esperaba que pudiera ver acción en toda la pretemporada.
Muchos creen que si las molestias del cuello le ponen fin a la racha de Manning de 227 juegos consecutivos, la más larga activa de la liga, los Colts no tendrán oportunidad de llegar al Super Bowl. Pero este equipo ha demostrado una aura para salir adelante. Indianápolis acabó la temporada anterior con 18 jugadores en la lista de lesionados, incluyendo a algunos muy importantes como el tight end Dallas Clark, y de todos modos se coronó en su división. La excelencia de los Colts la ilustra el hecho de que han ganado dos partidos más de temporada regular entre 2000 y 2009 (115) que cualquier otro equipo en cualquier década de la historia de la NFL.
Curtis Painter, un veterano de tres temporadas que ha completado sólo ocho pases en la NFL, se perfila para reemplazar a Manning si éste no puede iniciar la campaña. Los Colts también ficharon de emergencia al veterano de 38 años de edad, Kerry Collins, recibido en Indianápolis con poca cordialidad por los comentarios escépticos de Reggie Wayne, el gran receptor autor de 111 atrapadas y 1.355 yardas en 2010.
Pero las incógnitas no son sólo acerca de Manning o de su reemplazante, como el mismo dueño de los Colts, Jim Irsay, lo expuso claramente en un mensaje reciente de Twitter.
El wide receiver Austin Collie retornó a las prácticas hace poco tras perder tiempo de entrenamiento por una lesión de rodilla. El también receptor Anthony Gonzalez, quien no pudo jugar la mayor parte de las dos últimas temporadas, ha sido afectado por una dolencia en el muslo.
Por otra parte, Indianápolis también está trabajando en la reconstrucción su línea ofensiva. Los Colts utilizaron sus primeras dos selecciones del draft para obtener a los tackles Anthony Castonzo y Ben Ijalana, con la esperanza de revivir un ataque por carrera que no ha rebasado el promedio de 4.0 yardas por intento desde la temporada de 2006, única que arrojó un trofeo Vince Lombardi para la ciudad. Algo que la línea hizo muy bien en 2010 fue proteger a Manning, capturado atrás sólo 16 veces.
Del lado defensivo, el equipo le ha puesto énfasis en una línea que estelarizan los ends Dwight Freeney y Robert Mathis, quienes se combinaron para 21 capturas de quarterback la campaña pasada. En el perímetro se destaca el free safety y líder tacleador en 2010, Antoine Bethea. La unidad, en general, viene de una temporada mediocre en la que sólo acabó por encima de 12 equipos.
Los Texans creen que están listos para acabar con el dominio de los Colts en la división; Jacksonville casi lo logró el año pasado. Fuera de la división, los Colts tienen que luchar con sus victimarios de enero pasado, los Jets, y los siempre peligrosos equipos de Baltimore, Nueva Inglaterra, Pittsburgh y San Diego.
Por supuesto, siempre han contado con Manning para que los conduzca. Este año, quién sabe.