“After all is said and done, more is said than done”. Esopo, Fabulista griego.
Para este artículo tomo criterios de Scott Seider, profesor de Educación en la Universidad de Boston y de Sarah Novick, estudiante del Doctorado en la misma universidad.
Una escuela en Boston, mejora el aprendizaje mientras ayuda a los niños a desarrollar una mentalidad de respeto. En el año 2006, Howard Gardner publicó su libro “Five minds for the futures”. Las cinco mentes, son “disciplinada, sintetizadora, creativa, respetable y ética”. Las primeras tres se enfocan sobre las habilidades cognoscitivas; sin embargo, las dos últimas se enfocan sobre las mentes respetuosas y éticas. Sobre cómo las personas interactúan y se relacionan. La escuela ha creado una cultura de respeto y ética que son la base de su currículo académico.
Los alumnos participan en discusiones sobre los valores éticos de filósofos como Platón, Aristóteles, Rosseau y Ghandi. Luego los alumnos consideran sus propios “roles” y responsabilidades como alumnos, miembros de familias y ciudadanos. Iniciando el año escolar, una unidad se dedica al respeto y a los principios de no violencia propuestos por Ghandi y Martin Luther King. Ghandi dijo “Ojo por ojo hace que el mundo sea ciego”. Un alumno, al concluir la sesión inicial dijo “Más violencia produce más irrespeto y no resuelve nada”.
Los conceptos de Rosseau sobre el respeto fueron explicados por un miembro del claustro de maestros diciendo “Nosotros hablamos acerca del respeto a los individuos pero ahora vamos a pensar acerca de un contrato social y qué significa cuando hablamos del respeto para la comunidad”. La reacción de un alumno fue “El contrato social habla de las obligaciones de los individuos hacia la comunidad que entonces recibirá beneficios”. Rousseau incluye en su definición de respeto el concepto individual de dar y recibir de las personas pertenecientes a la comunidad y el “role” que deben jugar asegurando el éxito de la comunidad.
Las respuestas demuestran que valoran el respeto en todo lo que hacen. Los alumnos y los maestros se reúnen una vez a la semana para reflexionar sobre una palabra (concepto positivo) del día, que se refiere al respeto. En esa reunión las autoridades de la escuela, reconocen al alumno que ha ejemplificado el respeto a sí mismo y a otras personas en la escuela. Los maestros y los alumnos dicen que la atención puesta al respeto y a otros valores, han sido la base del éxito.
Un alumno de segundo curso explicó que el enfoque en el respeto “Nos recuerda por qué estamos aquí y para reflexionar sobre cómo debemos tratar a otras personas”. Una escuela que promueva una cultura de respeto es la fundación sobre la que hay que construir.
Dos cosas vienen a mi mente, una, el Colegio Metropolitano desde su creación en 1980, puso esta reflexión en práctica mediante la frase de la semana en la agenda de los niños y dos, el jovencito nieto de unos amigos, que se pintaba en la mano la palabra respeto y “contagiaba” a sus compañeros para que respetaran a su hermano con Síndrome de Down.
Este énfasis puesto en el valor del respeto, es la respuesta de la escuela para combatir el “bullying” y el comportamiento no apropiado.
Gardner tiene razón, tenemos que formar mentes respetuosas y éticas.