LeBron James y Miami cobraron una gran revancha. Ahora, el Heat se puede preparar para otra.
James anotó 24 puntos, repartió nueve asistencias y capturó siete rebotes, y Miami derrotó ayer por 110-95 a Detroit, con lo que vengó su derrota en casa ante los Pistons hace menos de una semana.
Lo que viene para el Heat es un partido en Indiana mañana. Los Pacers tienen la mejor foja de la NBA, y esta será la primera vez que los dos equipos se encuentren desde la victoria de Miami en siete partidos en los playoffs de la temporada pasada.
«Son un gran equipo en este momento, por la forma en que están jugando», dijo James. «Estamos tratando de ponernos bien, estamos tratando de llegar a nuestro máximo potencial. Ya veremos lo que podemos hacer».
Pero antes, el Heat tenía una cuenta pendiente contra un equipo de Detroit que ganó 107-97 en Miami el martes. Ray Allen anotó 18 puntos para el Heat, que no pudo contar con Dwyane Wade ayer, pero se las arregló para lanzar con efectividad de 56% en tiros de campo y embocar 11 de 28 desde la línea de tres puntos.
Miami tomó una ventaja temprana de 16-5, y aunque los Pistons intentaron recuperarse, el Heat tuvo otra racha de 13-2 en el tercer cuarto para poner el marcador 74-57.
«Nos descifraron muy bien, nos apabullaron en Miami», indicó James. «Para devolverles el favor, queríamos jugar mucho mejor contra ellos esta vez».
Miami parecía motivado desde el principio. Un triple de Allen uso el marcador 12-2, y aunque los Pistons se estabilizaron por un momento, nunca pudieron igualar el partido.
Miami ganaba 59-53 en el medio tiempo, y Mario Chalmers y Allen embocaron triples durante un tramo decisivo en el inicio del tercer periodo. El Heat ganaba 91-70 con tres cuartos jugados.
«Sabíamos que su concentración iba a ser mayor, y se podía ver al inicio del juego y de nuevo en el tercer cuarto», expresó el entrenador de los Pistons Maurice Cheeks. «Sabíamos lo que se venía después de que les ganamos allá, pero saber que se van a endurecer es una cosa y detenerlos es otra».
Andre Drummond registró 19 puntos y 14 tableros para Detroit, que vio rota su racha de cuatro victorias.
También ayer, los Celtics lograron la mayor diferencia de puntos en la campaña al conseguir un arranque encendido y mantener el ritmo para apalear 114-73 a los Knicks de Nueva York.
Jordan Crawford convirtió seis triples y anotó 23 puntos, y Boston ganó su tercer partido consecutivo.
Jared Sullinger anotó otros 21 tantos para los Celtics, que tuvieron ventajas de 12-0, 18-1 y 25-3, y mejoraron su marca en la división del Atlántico a 10-12.
«Fue divertido lograr una victoria como esta aquí, ya que he estado del otro lado un par de veces. Es bueno sacar un triunfo contra un rival de división», agregó Crawford.
Boston anotó los primeros 14 de su juego que ganaron el viernes a Denver, aunque ese encuentro se cerró al final.
Ayer, ese no fue el caso.
Los Celtics tenían ventaja de 58-31 cuando se fueron al descanso y al regreso Crawford anotó cuatro tiros de tres puntos en un tercer periodo de 34 puntos que puso a Boston al frente 92-56. Para empezar el último cuarto los Celtics hicieron cuatro puntos para aumentar la diferencia a 40, lo que desató los abucheos que se hicieron más fuertes conforme se acercaba la chicharra que marca el fin del juego.
En otros partidos de ayer, los Rockets de Houston derrotaron 98-88 al Magic de Orlando.
En Oklahoma City, Kevin Durant anotó 36 puntos y capturó 10 rebotes y el Thunder convirtió un enfrentamiento entre dos de los mejores equipos de la NBA en una paliza con su triunfo por 118-94 sobre los Pacers de Indiana.
Más tarde se enfrentaban los Raptors de Toronto y los Lakers de Los Ángeles.