Los expertos y planificadores de políticas económicas reunidos desde el viernes en la asamblea anual del BID en Miami, coinciden en que, aunque existen riesgos, América Latina se encuentra en buena posición para enfrentar las actuales turbulencias en los mercados financieros internacionales.
«La buena noticia es que las economías de América Latina y los mercados financieros han probado ser más resistentes que lo esperado a las recientes turbulencias financieras globales», estimó el lunes el secretario estadounidense del Tesoro, Henry Paulson, en el discurso inaugural de la primera sesión plenaria.
La opinión del ministro de Economía norteamericano coincide con las apreciaciones que en los últimos días han formulado expertos, políticos y banqueros de cara a la reunión del BID, sobre la situación en la que América Latina se encuentra para enfrentar la actual coyuntura financiera mundial.
En un detallado informe de perspectivas divulgado el domingo, el Instituto de Finanza Internacional (IIF), que agrupa a bancos privados, señaló que la crisis en los mercados financieros internacionales no se ha sentido con gran impacto en América Latina, pero advirtió que la región debe estar atenta a riesgos colaterales.
La crisis en los mercados de créditos hipotecarios de alto riesgo (subprime) ha tenido hasta ahora «sólo un impacto moderado en los mercados financieros de América Latina».
Sin embargo, «a pesar de que continuamos previendo un robusto crecimiento -aunque en declive- este año y el próximo, los riesgos colaterales se han incrementado a la luz de la creciente probabilidad de (una) extensa y sustancial caída económica derivada de las turbulencias en los mercados globales de crédito», advirtió el reporte.
Las economías que están «profundamente integradas con la economía de Estados Unidos», estarán en «mayor riesgo de una desaceleración del crecimiento», añadió.
«México y los países centroamericanos son especialmente vulnerables a una marcada desaceleración en Estados Unidos», indicó el IIF.
Igual opinión tuvo el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, durante la ceremonia inaugural de la reunión plenaria.
«Es lógico que una desaceleración norteamericana afecte a los países cuyas economías están más integradas con la economía de ese país», indicó.
En su informe de coyuntura, divulgado este lunes, el BID explica que el principal riesgo que enfrentan América Latina y el Caribe tiene que ver con los mercados financieros internacionales, afectados por la crisis hipotecaria en Estados Unidos.
«Aún no se conoce el desenlace completo de la crisis hipotecaria y financiera de Estados Unidos ni los efectos que podría tener en los mercados de deuda y en los flujos de capitales a los países latinoamericanos», alertó el banco.
Para el presidente del BID, América Latina está «mejor preparada que nunca» para enfrentar las actuales turbulencias.
«Sin duda alguna Latinoamérica y el Caribe enfrentan la actual coyuntura fortalecidos y con la experiencia de haber atravesado y salido antes de temporales mucho más recios que el actual», expresó Moreno en un discurso al inaugurar las deliberaciones de ministros de la región el lunes.
A pesar de la actual coyuntura, el BID prevé que América Latina y el Caribe crecerán entre 4 y 4,5% en 2008, menos que en 2007 debido sobre todo a una «desaceleración del crecimiento» en Estados Unidos, pero también a un descenso de los precios de sus exportaciones.
Según el BID, aunque «los riesgos continúan siendo moderados para la región en conjunto y para casi todos los países», la situación podría modificarse, sobre todo si se produce una recesión en Estados Unidos, algo que, de acuerdo con la institución financiera, «no se pude descartar», y que provocaría un descenso de dos puntos porcentuales del PIB regional.
El continente americano tiene el desafío de mejorar su infraestructura para afianzar el desarrollo y los intercambios comerciales, coincidieron ayer el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, y el presidente del BID, Luis Alberto Moreno.
«Nuestros esfuerzos deben concentrarse en financiar la infraestructura para construir y fortalecer las conexiones entre los mercados nacionales y regionales, y en reducir o eliminar las barreras que afectan el comercio industrial, agrícola y de servicios en la región», expresó Paulson durante la asamblea anual del BID que se celebra en Miami.
«La integración económica hace a las industrias a través de la región más dinámicas, más innovadoras y más competitivas», insistió.
Paulson reiteró que su país busca contribuir a «construir la infraestructura financiera y física que facilita la movilidad y la integración económica» en la región.
En particular destacó que en sociedad con la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés), el Tesoro inició el Programa de Desarrollo de Infraestructura de las Américas el año pasado, para identificar proyectos a realizar en base a asociación con privados.
Según Paulson, proyectos por un total de 1.300 millones de dólares ya fueron acordados o están siendo negociados en países del continente americano.
El presidente del BID destacó de su lado el crecimiento de América Latina en los últimos cinco años, pero opinó que «sin una infraestructura moderna este crecimiento no será sostenido».
Moreno señaló que el BID enfoca muchos de sus esfuerzos de financiamiento en esta área, «un cuello de botella que entorpece el crecimiento de la región y su insersión exitosa en la economía global».
El BID lanzó en setiembre de 2006 un proyecto denominado Fondo para la Preparación de Proyectos de Infraestructura (InfraFondo), que otorga créditos para estudios de factibilidad de proyectos en ese campo.
Según el banco, ese Fondo ya ha financiado 23 estudios en 14 países de América Latina y el Caribe por un monto de 12 millones de dólares no reembolsables.