Latinoamérica se une por Argentina 


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Con una reputación de arrogantes, los argentinos usualmente son mirados con cierto recelo en el resto de América Latina.

Por JOSHUA GOODMAN
BOGOTA, Colombia / AP

Pero al menos por 90 minutos el domingo, cuando Argentina juegue contra Alemania en la final de la Copa del Mundo, la mayoría de los latinoamericanos dejarán de lado su desdén por sus orgullosos vecinos para respaldar a Lionel Messi y sus compañeros.

Una derrota de Argentina daría pie a un hecho inédito: ninguna selección europea ha ganado un Mundial en el continente americano.

Pero después que Alemania aplastó 7-1 a Brasil en una de las semifinales, incluso los más fervientes creyentes en el fútbol latinoamericano se preguntan si la Albiceleste tiene alguna posibilidad de rescatar el orgullo de la región.

«Mi corazón está con Argentina, pero mi cerebro con Alemania», confesó Alberto Ramos Salcedo, un periodista colombiano y autor que usualmente escribe sobre fútbol.

El hecho que Argentina quede a cargo del salvar el orgullo de la región es una cruel ironía para muchos.

Una encuesta por internet en 19 países realizada por YouGov y el diario The New York Times antes del Mundial reveló que en la mayoría de los países encuestados la gente dijo que el país al que menos respaldan es Argentina, que ha ganado el campeonato en dos ocasiones.

En los primeros días del torneo, cuando Argentina todavía no engranaba y equipos como Costa Rica, Colombia y México dejaban una buena impresión, era común ver a fanáticos mexicanos con sus sombreros gigantes en la playa Copacabana de Río de Janeiro provocando a cualquiera que llevase la camiseta albiceleste. El cántico usualmente era «Fiesta latina, sin Argentina».

La estrella de la selección de Brasil, Neymar, dijo que quiere que Argentina gane la final, pero sólo porque sus compañeros en el Barcelona, Lionel Messi y Javier Mascherano, juegan con esa selección.

Ese sentir es una minoría entre los brasileños, que mantienen una intensa rivalidad con los argentinos. Y tras la humillación a manos de Brasil, el colmo sería que Argentina de la vuelta olímpica en el estadio Maracaná, el templo del fútbol brasileño.

«Argentina no puede ganar», señaló la brasileña Ingrid Luana, de 23 años. «Soy brasileña y la rivalidad con Argentina permanece. Prefiero que ganen los europeos», comentó Erika Campos, de 38 años.

De todas formas, el sentir en la región es que el Mundial de Brasil tiene que quedarse con los latinoamericanos.

«La verdad es que el equipo argentino está sobrevalorado… pero la Copa en América tiene que ser de los americanos», consideró Humberto Meléndez, dueño de una librería en Ciudad de México que se especializa en literatura sobre el fútbol.