Latinoamérica, la más desigual


América Latina y el Caribe forman la región más desigual del mundo y esa caracterí­stica «alta y persistente» es la mayor traba para reducir la pobreza, según el último informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), entregado este miércoles a la AFP en Lima.


El informe sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2010 -que será presentado oficialmente el jueves- subraya que la desigualdad en la región es 65% más alta que en los paí­ses de ingresos altos, 36% mayor a la observada en Asia Oriental y 18% más alta que en Africa Subsahariana.

«Si se desagrega por subregiones, se observa que entre la década de 1990 y la del 2000, el coeficiente se agrava en los paí­ses de Sudamérica, mientras que se mantiene en América Central», anota el documento que propone «romper la transmisión intergeneracional de la desigualdad».

El documento muestra que en seis paí­ses de la región, el í­ndice de desarrollo humano (IDH) cae en más de 20% cuando se aplica el indicador de desigualdad, que otorga mayor ponderación a los limitados logros alcanzados por los individuos de las clases menos favorecidas.

Estos paí­ses son Nicaragua, Bolivia, Honduras, Colombia, El Salvador y Guatemala. En séptimo lugar se ubica Perú.

«El paí­s con la menor desigualdad de los ingresos es Uruguay y el más desigual es Bolivia», destaca el informe que subraya que esta nueva medición con el ajuste sobre desigualdad muestra que «todos los paí­ses han tenido niveles de desarrollo menores a los considerados anteriormente».

El PNUD intenta de esta manera «llamar la atención sobre las brechas que existen en los niveles de desarrollo al interior de los paí­ses» y presenta otros indicadores que explican la desigualdad como el origen étnico, el género, el lugar de residencia y el acceso a servicios básicos e infraestructura.

A modo de ejemplo señala que en América Latina la población de origen europeo (blanca) obtiene mayores réditos de la educación que la población indí­gena y afrodescendiente, cuyo acceso a ese derecho desciende con los años.

En cuanto a las brechas de acceso a servicios e infraestructura, el PNUD precisa que Perú es el paí­s con la mayor desigualdad en el acceso a agua potable, pues la diferencia entre la quinta parte más rica de la población y la quinta parte más pobre alcanza el 57% y le sigue Nicaragua con 52%.

Los paí­ses con las menores brechas son Chile (5%), Argentina (4%), Costa Rica (4%) y Uruguay (2%). En cuanto a la provisión de electricidad, la brecha en el Perú alcanza el 55%, mientras que en Chile es de 1%, detalla el informe.

De acuerdo al PNUD, la desigualdad en América Latina no sólo es pronunciada sino persistente, pues las brechas han variado muy poco desde la década de 1970.

Se hace notar que mientras la evolución de la desigualdad en América Central mostró un patrón de disminución constante desde principios de los 90, en el Cono Sur y la Región Andina de Sudamérica la desigualdad se incrementó durante los años noventa y no fue hasta la mitad de la década siguiente que presentó una disminución importante.

Ante esta situación el PNUD sostiene que «sí­ es posible romper el cí­rculo vicioso de la desigualdad», pero no sólo con mayor inversión social, sino con polí­ticas que lleguen a los sectores más pobres, lo que implica además una mejor redistribución de los ingresos.