Por una gran serie de casualidades, los países latinoamericanos vivieron un año en donde ocurrieron muchas elecciones, especialmente presidenciales.
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Ahora, más que en otros años y en otras elecciones, cada proceso electoral despertó un gran interés, ya que no sólo se jugaba la presidencia de un país, sino que también se definía la tendencia que tendría esa nación, especialmente en materia económica.
Esencialmente, en casi todos los países se mantuvo una confrontación, como si fuese la otrora Guerra Fría, sólo que la polarización se vio entre los candidatos de derecha, afines a políticas proestadounidenses, y candidatos de izquierda, que estuvieron bajo la sombra de Hugo Chávez.
Desde finales del año pasado, hasta el próximo diciembre de este año, hubo o habrá elecciones presidenciales en México, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, Bolivia, Chile, Brasil y Haití.
Las últimas dos serán la segunda vuelta en Ecuador, y la primera vuelta en Venezuela. En muchas de las elecciones presidenciales, lo común era revisar si los candidatos eran de izquierda o derecha; si darían continuidad al gobierno anterior, o no; o si darían paso a políticas proestadounidenses o prochavistas. Además, salvo en los países donde las elecciones las ganó la izquierda, estuvieron marcadas por el estrecho margen entre los candidatos.
Entre las políticas proestadounidenses que estaban en juego en las presidenciales, estaba la aceptación de un probable tratado de libre comercio, TLC. Aceptar a un candidato de derecha, era prácticamente aceptar un libre comercio tácito con Estados Unidos.
En cambio, la izquierda mostró en su plan de gobierno un rechazo a los TLC, dando preferencia a crear bloques económicos con países latinoamericanos, como con el MERCOSUR, y economías basadas en la explotación nacional de los recursos naturales, especialmente los no renovables, como el petróleo o el gas.
En general, los partidos y los candidatos de izquierda fueron los ganadores generales, ya que los gobiernos de tendencia izquierdista mantuvieron su continuidad en los países donde regían; en otros dos países, lograron ganar ante un gobierno derechista; y en la mayoría de lugares donde ganó la derecha, fue por un estrecho margen, incluso con mucha estrechez en el número de votos.
Además, hubo en otros países elecciones menores, como legislativas o regionales (municipales), en donde se pudo medir la aceptación de la población ante el actual gobierno.
Uno de estos casos, sin ser latinoamericano, fue el de Estados Unidos, con la victoria de los demócratas en las legislativas. Incluso, lograron controlar las dos cámaras legislativas, proceso difícil de lograr, ya que en los comicios a mitad de período no se cambian a todos los congresistas, sino que sólo a algunos.
Estas elecciones legislativas demostraron un rechazo por parte de la población a las políticas del gobierno de George W. Bush, presidente de ese país, por lo que el mandatario deberá ahora crear consensos para poder llevar a cabo sus políticas.
Los demócratas no son completamente radicales a las políticas de los republicanos; sin embargo, el mensaje que quedó luego de las elecciones fue que la población ya no estaba de acuerdo con continuar la misma línea, especialmente con referencia a las políticas establecidas en Irak, por ejemplo.
También hubo o habrá elecciones menores en Bolivia, El Salvador, Perú, Paraguay y Uruguay, en donde se podrá medir la aceptación del gobierno.
Todo esto viene al caso, ya que Guatemala se encuentra metida, aunque no se han convocado, en el proceso electoral, que podría estar influido por los mismos factores que se dieron en otros países. Por ejemplo, estrechez en la diferencia de votos entre los candidatos, polarización de tendencias entre izquierda y derecha, conflictos para definir al ganador, o candidatos con sombras de mandatarios de otros países.
México
Felipe Calderón, candidato oficialista de derecha, ganó las elecciones del 2 de julio, para un período de seis años. El resultado fue muy estrecho, tan así que el segundo lugar, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, aún no ha aceptado su derrota. Tras una amplia ventaja que tenía López Obrador en las encuestas, la cual se fue disminuyendo con el acercamiento de las elecciones, éste fue perdiendo la ventaja, especialmente por las acusaciones de tener la sombra de Hugo Chávez.
Honduras
Disputó las elecciones presidenciales y legislativas hace poco menos de un año, el 27 de noviembre de 2005. En ellas, ganó la presidencia José Manuel Zelaya, candidato de oposición, quien tuvo una reñida victoria en contra del oficialista Porfirio Lobo. Tras varios problemas en el conteo de votos, Lobo admitió su derrota diez días después; sin embargo, muchos analistas consideran que se apresuró, y que pudo haber metido presión, ya que la diferencia fue muy corta. Pese a ello, Honduras disputó unas elecciones muy tranquilas, sin polarizaciones de tendencias políticas, y sin sombra de otros.
Nicaragua
Daniel Ortega ganó en primera vuelta el pasado 5 de noviembre. Su victoria fue hasta cierto punto fácil, debido en gran parte a las facilidades del sistema electoral en ese país, donde con tener diferencia de más del 5% de los votos con respecto al segundo lugar, o con alcanzar el 40% total, ganaba la presidencia. Ortega es de tendencia izquierdista, y no pudo ocultar su simpatía por Hugo Chávez y Fidel Castro. Los candidatos más cercanos fueron de derecha, pero nunca tuvieron oportunidad de ganar. La derecha se vio fraccionada por dos candidatos, que no satisficieron a nadie. Más que la sombra de Bush, éstos tenían la sombra del ex presidente y ahora convicto Arnoldo Alemán.
Costa Rica
Fue otra elección sumamente disputada, en la que el ganador, el ex presidente y Premio Nobel í“scar Arias, debió esperar un mes para que se dieran resultados oficiales. Incluso, en cierto momento del conteo se dudó su victoria.
En esta elección no hubo polarización de tendencias, pero Arias ofreció una modernización de los servicios públicos, los cuales ya se encontraban en proceso de deterioro. Uno de los ofrecimientos que talvez inclinaron la balanza, fue el hecho de que Arias ofrecía la aprobación del TLC con Estados Unidos, lo cual aún no se ha concretado, pero no por falta de ganas del mandatario.
Colombia
ílvaro Uribe logró su reelección por un amplio margen, 62% de los votos totales. Uribe no sólo demostró que los colombianos aprueban en gran medida sus políticas, sino que significó un rompimiento de las victorias de las izquierdas en otras elecciones del continente, que hasta en ese momento, 28 de mayo de este año, parecía que iba a acaparar la mayoría de presidencias en Sudamérica. Uno de los puntos vitales de su campaña fue el ofrecimiento de un TLC con Estados Unidos, el cual se encuentra en conversaciones muy avanzadas, frenadas acaso sólo por los problemas con las FARC y el narcotráfico.
Perú
Fue otro de los gobiernos de derecha que ganaron en Sudamérica, pero en esta ocasión con muchos problemas. La candidata favorita de derecha, Lourdes Flores, se vio afectada por el empuje que tuvo el izquierdista Ollanta Humala. í‰ste no ocultó su afinidad con las políticas de Hugo Chávez. Ante este gran empuje, Humala fue creciendo, y hasta pareció ser el ganador, según algunos sondeos. Ante esto, Flores fue bajando, y Alan García se mostró como un candidato más fuerte para hacer frente al empuje de Humala. Sorprendentemente, Flores, que lideró por mucho tiempo las encuestas, quedó fuera del balotaje. Al final, García, que siempre estuvo en tercer lugar en las encuestas, se logró colar a la segunda vuelta, en la que superó a Humala, ya que los peruanos expresaban que preferían al «mal menor». Esto se comprobó en las elecciones regionales del pasado domingo en Perú, en donde predominó la victoria de los candidatos que no pertenecían a las tendencias de García ni a las izquierdistas.
Bolivia
í‰ste fue otro de los ejemplos de elecciones con una victoria abrumante. El izquierdista y líder indígena Evo Morales en ningún momento vio peligrar su triunfo, ganando con el 54% de los votos. Evo se opuso a políticas estadounidenses que buscaban erradicar el cultivo de la hoja de coca. Se vio más afín a tendencias chavistas, al nacionalizar el gas natural de su país. Además, convocó a elecciones para Asamblea Constituyente, en donde logró la mayoría, por lo que se prevé que se promulgará una nueva constitución que favorezca a intereses de las grandes mayorías. Asimismo, se ha visto más cercano a los países del MERCOSUR, que con un posible TLC con Estados Unidos, y el fortalecimiento del bloque andino. A pesar de ello, Evo Morales ha tenido tendencias no tan radicales, moderadas un poco por las intensas protestas que se han desatado en su país.
Brasil
El presidente Lula logró la reelección, pero no tan fácil como lo esperaba. Los sondeos le daban el triunfo en primera vuelta, pero tuvo que disputar el balotaje, donde ganó sin muchos problemas. Estos problemas se debieron a las evidencias visibles de corrupción por parte de los congresistas del partido de Lula. Al principio de su mandato, se suponía que iba a ser muy radical en políticas económicas, pero ha dado muestras de cooperación internacional y de políticas que beneficien tanto a trabajadores como a empresarios. Como resultado, la economía de Brasil ha tenido un crecimiento fuerte y constante. Pero, pese a su moderación, Lula ha sido contrario a aceptar un TLC con Estados Unidos, y prefiere un fortalecimiento del MERCOSUR.
Chile
Michelle Bachelet logró dar continuidad al gobierno anterior de Ricardo Lagos. Tuvo algunos problemas para llevarse la victoria, ya que debió enfrentar una segunda vuelta con el derechista conservador Sebastián Piñera, que logró el consenso de los grupos de derecha para que se le apoyara en el balotaje. Sin embargo, no fue suficiente.
Bachelet continúa con las políticas de la centroizquierda, la cual busca beneficiar a trabajadores y masas, pero sin afectar a empresarios. Además, continúa llevando a cabo el TLC con Estados Unidos. Asimismo, Bachelet representa la continuidad a los gobiernos que rechazan las políticas heredadas de Pinochet.
Chile, y por ende Bachelet, se ha convertido en el país de consenso en Latinoamérica, ya que no se encuentra lejano a ninguno de los países polarizantes del continente.
Haití
Las elecciones de Haití no tuvieron las características de otros comicios latinoamericanos. Sin embargo, queda en la anécdota los serios problemas que hubo para lograr que se llevaran a cabo las elecciones, que incluso debieron ser supervisadas, de principio a fin, por una Misión de Paz de la ONU, lo cual hizo parecerse más a unos comicios más afines a ífrica que a América.
Ecuador
El domingo próximo será la segunda vuelta entre el derechista, conservador, empresario y proestadounidense ílvaro Noboa, y el izquierdista, nacionalista y prochavista Rafael Correa. í‰ste lideró las encuestas, sin embargo, quedó en segundo lugar. Al parecer, estas elecciones serán muy reñidas, y será uno de los últimos lugares en donde se darán cita las polarizaciones, comunes en varios países de América. Existe mucha expectativa, ya que según quién gane, el espectro político de América podría cambiar.
Venezuela
Serán las últimas elecciones del año, en donde Hugo Chávez buscará su reelección. Pese a que la oposición sólo presentará un candidato, no parece suficiente para frustrar las intenciones de Chávez. Sería irónico que el presidente venezolano haya sido sombra en otros países, y no logre ganar en el suyo.
Chávez representa el polo de la izquierda en el espectro político de América. Ha tenido una franca disputa con políticas de Estados Unidos. Esta riña incluso llegó hasta la elección del puesto permanente del Consejo de Seguridad, en donde acusaba a Guatemala de ser el «cachorro» estadounidense.
Chávez es casi seguro que logrará la reelección, y seguirá liderando los bloques de izquierda, en los cuales se encuentra Bolivia, Nicaragua, Uruguay, Argentina, Brasil y Cuba.
26 de noviembreEcuadorSegunda vuelta presidencial
3 de diciembreVenezuelaPrimera vuelta presidencial