Varios puntos de la ciudad capital se han convertido en escenario de la venta y consumo de droga, factor que preocupa a las autoridades, debido a que la juventud es quien más podría estar vulnerable a involucrarse en esta adicción.
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De acuerdo con Baltasar Gómez, jefe de la Secretaría de Análisis e Información Antinarcótica (SAIA), las zonas 1, 8, 9, 5 y 10 es en donde más se da el comercio de narcóticos especialmente en las discotecas y barras show.
A decir de Gómez, cuando la policía realiza operativos para dar con el paradero de los vendedores de drogas o para identificar los centros nocturnos que trabajan clandestinamente en este ilícito, toda la «mercadería», la echan en los baños, o también la esconden en otros lugares.
«Las drogas que más consumen y por consiguiente que más se negocia son el crack y la cocaína», dijo el jefe de la SAIA.
Según Edgar Gamarro, director de la Comisión contra las Adicciones y el Tráfico Ilícito de Drogas (Seccatid), han detectado que los lugares de mayores índices de consumo de droga son las discotecas de la zona 10 y Cuatro Grados Norte en la zona 4, asimismo, en las fiestas de graduaciones.
El directivo señaló que recientemente iniciaron un proyecto de charlas y sensibilización sobre las drogas y sus efectos para los jóvenes, el cual inició en Antigua Guatemala, lugar que fue seleccionado por la afluencia de personas y extranjeros.
Efectos y daños
Gamarro indicó que existe preocupación constante por los jóvenes en este tema, especialmente ahora que se acerca el fin de año y con ello las vacaciones, así como las graduaciones y las fiestas, por lo que es conveniente implementar medidas preventivas, ya que estas sustancias causan severos daños.
Medidas a Implementar
Autoridades policíacas señalan que ellos continúan realizando operativos de allanamiento para dar con los responsables de el incremento en la comercialización y venta de droga, aunque es difícil porque en algunos casos las discotecas se enteran de la intervención de la policía y esconden las drogas, antes de que ésta llegue.
Hace algunos años era muy usual que los chicleros o quienes cuidaban los carros en los parqueos ofrecieran las drogas desde esos lugares, sin embargo, actualmente este escenario todavía se repite, se indica.
En algunos países de Latinoamérica, cuentan con mayor control y medidas preventivas sobre este tema, en Guatemala, pese a los esfuerzos de muchas organizaciones, todavía no se logra un estricto control, lo que está claro es que afecta a varios sectores de la sociedad, especialmente a los jóvenes, factor que causa desintegración familiar y la muerte de muchos consumidores, quienes no miden las consecuencias mortales que pueden pagar hasta con el precio de su vida.
COCAíNA
En el caso de la cocaína, se clasifica dentro de las drogas ilegales estimulantes, puede ser inhalada, fumada o inyectada directamente en la vena; el crack o piedra es clorhidrato de cocaína, un derivado químico de la cocaína. Estas drogas producen un nivel de adicción alto, especialmente el crack.
El consumo de éstas provocan cambios drásticos en el comportamiento cerebral, porque rápidamente llegan al cerebro, la personalidad del consumidor puede provocar paranoia, psicosis y alucinaciones.
Cuando estos narcóticos se inyectan crece la posibilidad de que surjan infecciones, además del peligro de trombosis.
Aparentemente fumar crack genera más adicción que cuando se inhala la cocaína, como son inyectables, los consumidores están expuestos a contraer el virus del VIH/ Sida, si
comparten las jeringas o el equipo de inyección.
Estudios han podido constatar que las anfetaminas también son adictivas y producen dependencia física y psicológica, debido a que estimulan el sistema nervioso y aumentan la presión sanguínea producen de manera ficticia un aumento de confianza y autoestima.
Los efectos más graves presentados por consumir prolongada y habitualmente o en grandes dosis, produce temblores, pérdida de coordinación, daño en los riñones y otros tejidos internos, psicosis, delirio de persecución, desnutrición, fiebre alta o insuficiencia cardíaca.
Después que se disipa la estimulación o durante el doloroso síndrome de abstinencia se produce depresión severa, cansancio y letárgica, su uso es ilegal, excepto en algunos países donde la medican para situaciones de narcolepsia en dosis controladas.
Estos son sólo algunos de los problemas que podrían suscitarse por consumir drogas, por lo que es necesario se apliquen ciertas normas regulatorias, afirman algunas personas.