Concluimos con esta columna el homenaje a Biedrich Smetana, sumándonos, también, en este sábado, al homenaje del autor a Casiopea, alegría deshojada, luz que me aprisiona, sonoridad de fuente, enhiesto trigo maduro y alta estrella de mar danzante en la constelación Marte, dulce caracola posada en mis oídos.
Del Collegium Musicum de Caracas, Venezuela A mi padre, maestro Celso Lara Calacán, con inmenso amor.
La novia vendida también sobre un libreto de Karen Sabina, ha sido considerada la obra maestra de Smetana. Su autor, en cambio, afirmaba que no le tenía gran afición porque la partitura era excesivamente inclinada al folklore y al pintoresquismo. Esto no quita que La novia vendida constituya un capítulo esencial del teatro lírico bohemio y un ejemplar excelso del canto popular en las estructuras de la ópera lírica. La trama incluye tres protagonistas, junto con una serie de personajes menores característicos muy divertidos y acertados.
El ambiente es el de un pueblo bohemio donde se está preparando la boda de la hermosa Marenka con el hijo del rico propietario Micha.
Marenka ama a Jeník, un muchacho pobre y trata de rebelarse ante la boda amañada con un pretendiente rico, Vasek, que además es un hombre de muy pocas luces. Todo el pueblo participa en la acción, en la que tiene una parte importante el casamentero de nombre Kecal. En un determinado momento, Kecal tiene una brillante idea: convencer a Jeník y hacer, que a cambio de una importante cantidad de dinero, renuncie a Marenka. Jeník consiente en acordar un pacto: que se estipule un contrato en que su renuncia recaiga a favor del hijo mayor de Micha. Todos se escandalizan de que Jeník renuncie al amor a cambio de una suma de dinero. Pero Jeník sabe, en realidad, que él es el hijo mayor de Micha, es decir, el hermano mayor de Vasek. Así pues, al final se quedará con su enamorada y con el dinero.
No hay duda de que, aparte del color característico y pintoresco de la música profundamente marcada por el canto popular, la ópera en conjunto tomando en cuenta el libreto y la música, refleja el humor campesino típico de bohemia, que aparece igualmente en otras manifestaciones artísticas, por ejemplo, en las narraciones de Karen Capek o en el Buen soldado Svejk de Jaroslav Hasek.
Con Dálibor, basado en un libreto alemán traducido al bohemio, Smetana vuelve a adoptar la ambientación legendaria como en Los Brandenburgueses. Sin embargo, en esta tercera ópera surge el final trágico que había sido evitado en la primera. La leyenda de la que se extrae el tema hace referencia al caballero rebelde Dálibor, encarcelado en 1498 en una torre, torturado y condenado a muerte. Su culpa consiste en haber defendido a los campesinos contra las vejaciones de los señores.
En la ópera se conserva el motivo del violín vinculado al personaje de Dálibor, aunque la trama contempla en los tres actos un desarrollo análogo al de Fidelio, de Beethoven.
En el curso del proceso celebrado en presencia del rey de Bohemia, Milada se enamora de Dálibor y en el segundo acto intenta hacerle escapar introduciéndose en la cárcel disfrazada de joven carcelero. En el tercer acto, Milada dirige el asalto a la cárcel, pero muere y Dálibor, que a su vez se había enamorado de ella se mata.