Las tropas británicas comienzan su retirada


Foto de archivo, de diciembre del año pasado, muestra a un soldado británico haciendo guardia en la ciudad de Basora, bajo una bandera iraquí­. El ejército del Reino Unido se alista para salir de Irak, tras seis años de intervención militar. FOTO LA HORA: AFP ESSAM AL-SUDANI

Las tropas británicas, que participaron en la invasión de Irak en marzo de 2003, empezarán su retirada el martes, poniendo fin a seis años de presencia militar en el sur del paí­s.


Es la segunda vez en medio siglo que los soldados de Su Majestad se retiran de Irak. Ya en mayo de 1959, los últimos soldados habí­an partido de la base de Habbaniya, cerca de Faluya, poniendo fin a una presencia que habí­a comenzado en 1918.

El martes, la bandera del contingente británico será bajada en la base militar de Basora, que estaba ocupada por las tropas británicas. El control de esa base será transferido luego a los soldados norteamericanos que los reemplazarán hasta su propia partida de Irak.

Los soldados estadounidenses deben ocuparse, entre otras tareas, de formar a las fuerzas policiales de Basora, el pulmón económico del paí­s, a 550 km al sur de Bagdad.

«Esta será una jornada importante, porque señala el fin de la misión de los británicos aquí­», declaró a la AFP el general Andy Salmon, comandante de la base.

«Hemos tenido momentos difí­ciles, pero miramos hacia el futuro con gran optimismo en cuanto a Irak», agregó el general Salmon.

Gran Bretaña, dirigida en esa época por el primer ministro Tony Blair, fue un aliado clave de Estados Unidos durante la presidencia de George W. Bush en la invasión de Irak, en marzo de 2003, por las tropas de la coalición.

El contingente británico, integrado por 46.000 soldados en marzo y abril de 2003, en el momento más intenso de su esfuerzo bélico, era el segundo en importancia después del estadounidense. En total, 179 soldados británicos murieron desde la invasión.

La contribución de los británicos a la guerra y luego al esfuerzo de reconstrucción fue elogiada por oficiales norteamericanos e iraquí­es.

En conformidad con el acuerdo firmado a fines de diciembre entre Gran Bretaña e Irak, los 4.100 soldados británicos que todaví­a se encuentran en el territorio iraquí­ terminarán su misión el 31 de mayo, antes de su retirada total, a fines de julio.

«Las fuerzas británicas fueron nuestro aliado más poderoso durante esta campaña», aseguró el general Michael Oates, que estará encargado del comando de la base el martes.

«Han realizado una labor extraordinaria y nuestra misión consiste en continuarla», destacó el general Oates.

«Quisiera agradecer a la nación británica la ayuda que nos proporcionó para desembarazarnos de la dictadura y vivir en libertad y democracia», dijo el general Mohamed.

«El ejército y el pueblo iraquí­es se acordarán durante largo tiempo del sacrificio de las fuerzas británicas. Nuestros pensamientos y nuestras plegarias también van a las familias de los soldados británicos que perdieron la vida en ese paí­s», agregó.

La provincia de Basora estuvo bajo el control de los británicos desde la caí­da del régimen de Saddam Hussein hasta el 1 de enero de 2009, cuando las fuerzas iraquí­es se hicieron cargo de la seguridad.

El ejército británico entrenó a los soldados del nuevo ejército iraquí­ y contribuyó al renacimiento de la marina de Irak.

«Esta será una jornada importante, porque señala el fin de la misión de los británicos aquí­. Hemos tenido momentos difí­ciles, pero miramos hacia el futuro con gran optimismo en cuanto a Irak».

Andy Salmon

general británico, comandante de la base de Basora