Las seis ricas monarquí­as petroleras del Golfo abren su mercado común


En torno al petróleo, se ha formado un nuevo bloque económico de libre comercio, el cual se vislumbra que será fuerte, debido a la estabilidad de sus economí­as. En la gráfica, foto de archivo de una torre petrolera.

El mercado común de las seis monarquí­as petroleras del Golfo, con un producto interno bruto en 2006 de 715 mil millones de dólares, se abrió oficialmente ayer, primera etapa antes de la difí­cil creación de su moneda única, prevista para 2010.


Este mercado común concretiza uno de los principales objetivos que se fijó el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) en su creación, en 1981. Su secretario general, Abderrahman al Attiya, calificó el hecho de «histórico».

Su objetivo será garantizar la movilidad de los inversores en la región y la «igualdad económica» a los súbditos de los seis paí­ses miembros, el 60%% de sus 35,1 millones de habitantes, mientras que el resto son extranjeros excluidos de este acuerdo.

La iniciativa «favorecerá un incremento de las inversiones e intercambios en el seno del grupo y reforzará la posición del CCG en sus negociaciones con los otros grupos económicos, especialmente la Unión Europea, para zonas de libre comercio», recalcó el vicesecretario general del CCG para asuntos económicos, Mohammad Obeid Al Mazrui.

«El Golfo se convertirá en una de las más importantes economí­as globales», declaró por su parte el economista kuwaití­ Hajjaj Bukhbur.

El mercado común «va a favorecer los acuerdos económicos con el resto del mundo, aumentando al mismo tiempo la potencia de negociación del CCG en la conclusión de esos acuerdos».

Además de la libre circulación de capitales, el mercado común asegura a los súbditos del CCG el derecho de «libertad de circulación y estadí­a, trabajo en los sectores públicos y privados, servicios sociales, de educación y de salud y un igual trato fiscal» si se establecen en otros Estados del bloque, según Attiya.

El CCG está integrado por Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Oman y Bahrein, con una superficie total de 2,6 millones de km2.

Las monarquí­as del Golfo, cuyos subsuelos contienen reservas calculadas en 484 mil millones de barriles de petróleo, concluyeron un acuerdo de unión aduanera que oficialmente entró en vigor el 1 de enero de 2003.

Sin embargo, el perí­odo transitorio para la creación de la zona, que deberí­a haberse cerrado en 2005, fue prolongado dos años, hasta finales de 2007.

Su realización es una condición planteada por la UE, principal socio comercial del CCG, para un acuerdo de libre comercio, en discusión desde hace 20 años.

Con el mercado común, el comercio entre las monarquí­as del CCG debe llegar durante los dos próximos años al 25% de sus intercambios con el resto del mundo frente al actual 10%, según el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Bahrein, Issam Fakhru.

El comercio exterior del CCG se elevó a 282.800 millones de dólares en 2005.

El CCG aspira también a poner en circulación en 2010 una moneda única pero este proyecto se ve dificultado por una inflación galopante y la debilidad del dólar.

«El Golfo se convertirá en una de las más importantes economí­as globales».

Hajjaj Bukhbur

economista kuwaití­