Las rigideces del futuro


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No cabe duda que el futuro siempre es incierto y es sumamente difícil precisar su desenvolvimiento, pero se pueden hacer aproximaciones que permitan desentrañar su misterio, principalmente cuando las condiciones actuales en el país se muestran tan diversas, pero mayormente, adversas. La adversidad significa que existen situaciones que se convierten en auténticas rigideces que impiden un desarrollo normal o aún mejor creciente y próspero. Un recuento de algunas de esas rigideces se desarrolla en la presente nota.

Juan José Narciso Chúa


La primera de ellas, aunque es la menos visible para la población, es la corrupción. Este es un aspecto que enriquece a funcionarios y empresarios por igual, se trata de conducir las compras o contrataciones, sobre una base de mutuo acuerdo, en donde prevalecen precios inflados sobre el valor de mercado, con lo cual se produce una renta (diferencia entre precio de mercado y precio contratado), que se distribuye entre funcionario y proveedor y contratista.  Este mecanismo es complejo, puesto que se encuentra entronizado entre todo el sistema y es ocultado por todos los involucrados, para ello se cubren todos los flancos con pagos y comisiones, que aseguran una especie de Omertà o ley del silencio es el código de honor siciliano que prohíbe informar sobre los delitos en donde las personas incriminadas prefieren permanecer en silencio por proteger a otros culpables o secreto compartido. Las rentas  o ganancias, además acentúan la sensación de continuar, puesto que se conoce el camino y se saben de los puntos clave para profundizar el esquema y asegurar por varios años el negocio.  Una enorme y complicada rigidez de cara al futuro, pues el sistema está altamente contaminado, pero reproducir el uso de la Ley de Enriquecimiento Ilícito, hacer un uso más inteligente de la Ley de Libre Acceso a la Información y presionar para que se emita la ley que libere el secreto bancario, conducirán a superar esta rigidez.

La segunda, el secuestro del ejercicio de la política por los políticos.  Esta se encuentra estrechamente involucrada con la anterior –es más, casi todas las demás rigideces lo están–. Esta consiste en mantenerse dentro del sistema político, para ello se requiere estar vigente, por medio de cualquier partido político –pequeño o grande–, eso ya no hace diferencia y se requiere de una bancada mediana para mantener presión y así estar en los negocios cuando se requieran votos a favor o en contra. La alternancia por medio del voto, no cambia nada, los políticos se mantienen en la cresta de la ola, moviéndose para donde les permita estar en el Congreso, las municipalidades, el gobierno y también las Comisiones de Postulación y sus diferentes cortes.  Una rigidez complicada, pero se puede superar bajo presión ciudadana, movimientos sociales de denuncia y trabajo de participación política.

La tercera, una visión de seguir fragmentando al Estado y sus instituciones, con la única lógica de mantener el sistema vulnerable, poroso y fácil de hacer presa de cualquier grupo interesado en continuar con los privilegios del sistema.  El Estado debe ser fuerte –esto no significa grande, ni burocrático– y capaz de regular, sin interferir en la expansión del tejido empresarial competitivo, igual el Estado debe ser capaz de realizar las reformas necesarias y perdurables en el tiempo en materia de salud, educación, vivienda, seguridad social y seguridad ciudadana. Pero no se trata nada más de asignaciones presupuestarias adecuadas, para ampliar la cobertura y dotación de servicios, sino principalmente elevar la calidad de los servicios, mejorando las condiciones de trabajo de las personas –no únicamente el gremio magisterial– y buscando la universalización de los servicios –principalmente en materia de seguridad social–. Se debe contar con profesional competente y de servicio en la gestión pública, que tenga permanencia y haga una carrera de servicio público, por medio de mediciones del desempeño y promociones sistematizadas, ello implica una mejora sustancial en los niveles de sueldos y salarios.  Esto es parte del trabajo que deberían realizar las personas que se encuentran dentro del Gobierno y el Congreso de la República. La necesidad es imperiosa por la presión ciudadana y la cercanía mayor a las decisiones políticas puesto que nos afectan a todos.  Seguiré con otras rigideces en el próximo artículo.

Para intervenir en condiciones de malas prácticas comerciales, expresiones de mercados imperfectos o concentraciones empresariales para la venta o la compra, precios administrados y colusión, entre otras cosas.  Se debe profundizar el mercado como mecanismo de asignación de recursos, pero bajo condiciones abiertas de competencia abierta, relaciones de oferta y demanda libres, precios asignados por el mercado y una potencialización de las micros, pequeñas y medianas empresas.
Aunque es una rigidez, se puede trabajar expandiendo las condiciones de libre competencia y profundizando los mercados –permitiendo una mayor participación de empresas de todo tipo de calado–; libres entradas y salidas a los mercados y libertad en precios.