Una de las razones por la que nuestro país nunca cambia es por la estructura de sus relaciones internacionales. Nos empeñamos en mantener relaciones con países que técnicamente no existen. Taiwán es el ejemplo de ello. Nos convendría mucho más establecer relaciones con China continental, una nación ávida en expandir sus inversiones y crear miles de empleos. Guatemala también se niega a la posibilidad de tener acceso al mercado sudamericano del Alba, solamente por asuntos ideológicos. Que hagamos negocios con ellos, no significa que nos adscribamos a su manera de pensar. Guatemala tiene excelentes relaciones con Israel y también debería establecerlas con los demás países del Medio Oriente, para ayudar en llevar la paz a esa región del mundo. Deberíamos asimismo, relacionarnos con países como Rusia, al mismo tiempo fortalecer la relación con Estados Unidos. Tenemos que ver más allá, no quedarnos con los límites que tenemos.