No cabe duda que la política cambió para siempre desde la aparición del medio de comunicación más abierto y social que la humanidad jamás experimentó, las redes sociales están revolucionando la política de tal manera que no existe un solo político serio hoy en día que no considere a este nuevo medio como uno importante para lograr sus fines. Existen varios factores que diferencian sustancialmente a las redes sociales de los medios de comunicación tradicionales de cara a los asuntos políticos, siendo los más importantes los que expongo a continuación:
El libre contenido en la comunicación que se logra por medio de las redes sociales es prácticamente ilimitado lo que nos lleva a algunos abusos, pero definitivamente nos permite expresarnos de la manera más libre posible e incluso permite el anonimato en cuestiones que lo requieren por motivos de seguridad.
La agrupación de temas de discusión que por naturaleza se alcanza en las redes sociales permite analizar cada tema discutido de una manera más profunda y con miles de participantes por tema. Esto tiene como efecto un análisis más rápido y más profundo derivado de la variedad y amplitud del espectro de manifestación ideológica. Además, la tecnología permite ordenar y agrupar las tendencias por temas y subtemas de discusión para presentar resultados que permiten tomar mejores decisiones.
La comunicación directa y expuesta al público que las redes sociales nos ofrecen ha permitido que por primera vez los políticos se vean presionados públicamente para opinar o no, responder u obviar sobre preguntas directas de la clientela política o temas discutidos por diferentes agrupaciones de usuarios. En tiempos pasados la única vía de preguntar o expresar nuestra opinión a políticos era por la vía unidireccional del correo convencional o el correo electrónico, pero la falta de exposición pública de estas preguntas o comentarios permitía al político evadir situaciones que le parecían incómodas de discutir. Esto sucedía porque nadie más que el remitente y el destinatario político estaban enterados del requerimiento de información del remitente, por lo que obviarlo o contestar sin cautela no tenía un costo político significativo para el funcionario o aspirante a funcionario.
Otro aspecto importante es lo que actualmente se conoce como “crowdfunding” político o la colaboración financiera masiva de individuos que es impulsada y captada desde medios electrónicos incluidas las redes sociales. Esta colaboración financiera masiva ya ha sido factor importante para construir bases de financiamiento de campañas en algunos procesos electorales recientes como por ejemplo la campaña presidencial de Barack Obama en Estados Unidos, en donde cientos de miles de usuarios de redes sociales financiaron la campaña del ahora presidente por medio de pequeñas aportaciones monetarias por la vía electrónica. Este tipo de financiamiento procura campañas con recursos más sanos y menos comprometidos que las aportaciones tradicionales plagadas de condiciones y compromisos mercantilistas.
En países como Guatemala no podemos sino celebrar la creación y el uso de las redes sociales como un medio de comunicación político porque estas nuevas herramientas tecnológicas permiten romper con tradicionalismos nefastos que nos hacen mucho daño. Los políticos tienen menos poder y más exposición, la población tiene más influencia y mejor participación. No cabe duda que las redes sociales y sus efectos serán un factor importante en el próximo proceso electoral de Guatemala, sobre todo porque el acceso de los ciudadanos a la tecnología que permite su uso y la participación de estos en las redes sociales crece como la espuma en los últimos años. Como individuos debemos de celebrar y aprovechar la oportunidad que hoy tenemos de ser más participativos y activos en la política.