LAS PARADOJAS DE JESUCRISTO


César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

Existen muchas cosas sobre la vida, pasión y muerte de Jesucristo que aún permanecen incomprendidas para el hombre.

Y es que en nuestra infinita pequeñez no alcanzamos a entender cómo íˆl siendo Pan y Fuente de Vida padeció hambre y sufrió sed.

Fue dado a sus verdugos a cambio de treinta monedas de plata, sin embargo, Su Muerte pagó el rescate de toda la humanidad.

No tuvo un lugar dónde descansar su cabeza y seguí­an siendo suyos todos los mundos.

Pidió agua en su final momento y a pesar de ello dijo: «El que sienta sed acérquese a mi y beba».

Quedó sin hablar en su agónico silencio, como un cordero dormido, aún así­ sigue siendo la Palabra de Vida Eterna.

Todos le dejaron abandonado en aquella Cruz y maltratado sin piedad y sin embargo legiones de ángeles cubrí­an los cielos; fue herido por una lanza buscando su corazón y su sangre derramada lavó el pecado de sus crueles asesinos, fue muerto por los hombres?aún cuando su voluntad era darles el mismí­simo cielo.

Quien ama a Jesucristo nada le falta,

sólo í‰l le basta.