Las masacres y atrocidades que permitió Ariel Sharon


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Los campamentos de refugiados palestinos de Sabra y Shatila, en el sur de Beirut, fueron escenario de uno de los episodios más atroces de la guerra civil de Líbano hace más de 30 años. El 16 de septiembre de 1982 y en los dos días siguientes, guerrilleros cristianos asaltaron los campamentos y asesinaron arbitrariamente hasta a 3.500 refugiados palestinos y chiitas sin distinguir entre mujeres, hombres y niños.

Tel Aviv Agencia dpa

Bajo el comando del entonces ministro de Defensa Ariel Sharon, que murió hoy, el Ejército israelí, que entonces ocupaba Beirut y había cercado el campamento, observó la matanza perpetrada por la milicia falangista, su aliada entonces, sin hacer nada.

   Los israelíes permitieron la entrada de los asesinatos en los campamentos presuntamente para ir en busca de guerrilleros de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), según alegaron después.

   Pero los historiadores creen más bien que se trató de una venganza por el asesinato del fundador de la Falange y presidente electo Beshir Gemayel por parte de un nacionalista pro sirio.

   El baño de sangre dañó la imagen de Israel en el mundo.

   Un año después, una comisión israelí determinó que Sharon tuvo una «responsabilidad indirecta» en la masacre y tuvo que dimitir de su cargo de entonces ministro de Defensa.