Cuando vemos lo que nos está ocurriendo a causa de las lluvias nos ponemos a pensar ¿Por qué nos pasan estas cosas?, y tenemos varias respuestas: una, muchos dicen que porque han visto programas de televisión que son señales del fin del mundo, como salió diciendo un evangélico de no sé qué iglesia, cuando los temblores, que casi fue terremoto, en Santa Rosa, que esto era un castigo de DIOS porque ya había mucha maldad en aquel lugar, y en eso no estoy de acuerdo porque, si bien es cierto, de que hay maldad la hay, y no sólo en ese lugar sino en todo el mundo.
Fredy Padilla A-1 358721
Otros dicen que por la deforestación, que sí puede ser muy acertado, otros tantos, que es por el mal trato que le damos a la tierra y por eso se las está cobrando, pero, yo quisiera que pensáramos bien un poco con respecto a esto que nos está sucediendo.
En estos momentos yo me pongo a pensar, que la culpa no es ni de nosotros, ni de la naturaleza, ni mucho menos por castigo de DIOS, el problema es de por sí de los que llevan el rumbo del país. ¿Por qué?, porque cuando tienen que hacer las cosas lo hacen de mala manera.
La situación aquí en Guatemala, no es nada de lo que acabo de enumerar, no, simple y sencillamente se trata de lo mal que se manejan los fondos públicos destinados para los diferentes ministerios, primero: Cuando se trata de arreglar una carretera, lo hacen pensando en cuánto les va a quedar de ‘‘moco’’, luego lo hacen en el tiempo de lluvia, que por cierto escribí algo de eso hace unos días, y por último, lo hacen como que fuera nada más para un año o a lo sumo dos.
Segundo: Los hospitales están tan mal que ni siquiera hay medicinas para los enfermos, están en mal estado por todos lados y lo peor de todo es que se lavan las manos cual Pilatos en el tiempo de Jesús, que no saben porqué dicen estas cosas, pues todo está bien y lo que hacen es pedir y pedir más dinero para poder salir del hoyo en el que ellos mismos se han metido por no saber o por no querer hacer bien las cosas.
Tercero: La educación, sólo veamos el estado en que se encuentran las escuelas de los departamentos y no sólo ahí, sino que aquí también tenemos ese problema, pues al Gobierno saliente sólo se le fue el tiempo en quejarse de lo malo que la población vio de mal ejercicio como presidente.
Por qué las autoridades no se ponen la mano en la conciencia y trabajan con honradez, piensen que esa carretera mal hecha les sirve también a ustedes, que deben usarla, que los hospitales alguno de sus familiares lo va a necesitar o que alguna escuela igual en algún momento la necesitarán.
Lo peor de todo, es que cuando se les pregunta por qué se arruinan las calles y carreteras lo primero que hacen es echarle la culpa al tiempo sabiendo que son ellos los que por quedarse con unos cuantos quetzales pusieron la negligencia a la cabeza y ahora ven los resultados de su ineptitud.
Si las personas encargadas de hacer los contratos fueran capaces por un momento de pensar en todos los demás guatemaltecos, otra cosa fuera porque estarían haciendo las cosas de buena fe sin pensar sólo en el bien propio y entonces si se harían como debe ser.
Esperamos que el próximo Presidente, piense en Guatemala y en sus habitantes como en él mismo, para que por fin sea un Presidente para el pueblo como los dos que van a segunda vuelta lo han dicho y que no se quede sólo en eso, en dichos y papeles firmados y luego se van al cajón del olvido.