Goleado por el Manchester United (8-2), desposeído de sus mejores jugadores, descolgado de la cabeza de la tabla con el campeonato recién comenzado…
El mundo de Arsene Wenger se está desmoronando en este mes de agosto. El entrenador francés, de los más reputados dentro de su profesión, está siendo humillado, criticado y ninguneado como no se recuerda desde que colocó al Arsenal entre los equipos más refinados del continente. Bien es cierto que en los últimos años la ausencia de títulos le había puesto alguna vez en el disparadero, pero siempre había capeado el temporal con un partido brillante o un canterano prometedor. Pero ahora nada le sale…
La goleada sufrida ayer ante el Manchester United pesará como una losa ya no solo en la temporada actual, sino en la carrera futura del técnico alsaciano. Un 8-2 adverso ante el Manchester United es un marcador que incluso el tiempo tardará en aliviar. El propio técnico gunner eludía poner paños calientes a la derrota más dolorosa de su vida: «Fue un día terrible y humillante para nosotros»?, reconoció al término del choque.
Sin embargo, también recalcó que no piensa dimitir, que se siente respaldado por sus superiores y que todavía tiene trabajo que realizar. Por lo pronto, tiene algunas horas de mercado de fichajes antes del cierre para intentar algún golpe de efecto, aunque no es su estilo. Sería una contradicción en la filosofía de Wenger gastarse ahora, deprisa y corriendo, 30 ó 40 millones de euros en un futbolista, pero ya se sabe que cuando la necesidad apremia los principios pueden pasar a un segundo plano…
Además, la que está minada no es solo la moral del equipo, sino la del Arsenal como institución en global. Un equipo ‘grande’, un equipo respetado no pierde en un mismo verano a Cesc Fábregas y Samir Nasri, como ha sucedido este año en Londres. Es un claro signo de debilidad. Sobre todo cuando han sido los propios futbolistas los que han estirado la cuerda al máxima para irse. Cesc llevaba meses queriendo volver al Barí§a, y Nasri ha aprovechado que solo le quedaba un año de contrato para ‘obligar’ a Wenger a venderle al City.
Todavía en pleno mes de agosto, el Arsenal está absolutamente descolgado de la cabeza de la Premier (a ocho puntos del líder), aunque casi suena más impactante decir que solo tiene un punto de ventaja sobre el descenso. Ha pasado la previa de la Champions League con más pena que gloria, la plantilla carece absolutamente de referentes, de jugadores con galones y la afición ya duda de un modelo en el que, con sus altos y sus bajos, ha creído durante más de una década. Son las peores horas de Wenger.
Otros resultados
ALEMANIA: Ralf Rangnick, el sustituto de Felix Magath en el banquillo del Schalke, no le veía en forma, creía que había perdido chispa. Cuatro jornadas después, el ‘7’ ha resultado claro ganador del pulso con un tanto ante el Monchengladbach que coloca a su equipo colíder de la Bundesliga, empatado a puntos con el Werder Bremen, que ganó a domicilio al Hoffenheim, y el Bayern, que liquidó también de visitante al Kaiserslautern con un hat-trick de Mario Gomez.
FRANCIA: El mega-proyecto del PSG para esta temporada está tardando en arrancar, pero poco a poco los resultados van llegando. La fuerte inversión realizada sirve para partidos como el de la pasada jornada, cuando parecía que el Toulouse iba a arrancar un empate hasta que en el descuento la calidad fruto de los millones gastados hizo acto de presencia para marcar no uno, sino dos goles (1-3 final). El partido de la jornada en Francia, Lille-Marsella, se lo llevaron les dogues por 3-2 con doblete del sorprendente Moussa Sow.
HOLANDA: Cuatro jornadas han bastado en Holanda para que la clasificación se haya colocado como marcaba la lógica. Y lo ha hecho a base de goleadas. El Twente, líder, derrotó por 4-1 al Venlo, el Ajax, segundo, copió ese resultado ante el Vitesse, el tercero en discordia, el PSV, se llevó por delante al Excelsior (6-1), mientras que el AZ Alkmaar, en este momento cuarto, se deshizo por un claro 0-3 del Groningen. La carrera por el título está servida.