Es indudable que en el transcurso de nuestra historia hemos recibido más deudas que beneficios, por ejemplo, durante el período de la Colonia las guerras que la monarquía emprendió contra de otros monarcas, así tenemos el estado bélico mantenido por Carlos I de España y Francisco I de Francia, lo que dio origen en 1521 al Tratado de Brujas.
Carlos I rey de España es el mismo Carlos V de Alemania, educado en Grante, donde nació, vivió su infancia en Flandes lugar de esplendor comercial. En los dominios del Rey de España no se pone el Sol, fue una manera de decir que reflejaba los enormes dominios territoriales, en los Países Bajos, Nápoles, Cerdeña, Sicilia, el enorme territorio del Sacro Imperio Germano, Indias, conocida enseguida con el nombre de América. En 1521 fueron descubiertas las islas Filipinas y las Marianas.
A España llegó el Renacimiento, el Humanismo y el Capitalismo, pero no se industrializó durante todos esos años en que formamos parte de sus colonias.
España mantuvo una economía agraria, el esplendor del arte obtenido de los árabes, del comercio ejercido por comunidades de judíos quedó como patrimonio de minorías enriquecidas.
La historia de España está llena de guerras, en contra de musulmanes en el caso de la reconquista, por la ocupación de territorios en Europa, por el mantenimiento de sus colonias en América, desde el inicio cuando algunos capitanes de la conquista se alzaron, tal como sucedió en el Perú con Gonzalo Pizarro; en contra de los terribles piratas como Francis Drake.
Si menciono a Carlos V se debe a que solamente él sostuvo cuatro guerras en contra de Francisco I de Francia y otra en contra del hijo del anterior, Enrique II.
En el largo período de Carlos V también resaltó la lucha en contra de los luteranos. Fue siempre un defensor del catolicismo y por tal motivo consideró que las prédicas reformistas de Martín Lutero no podían ser verdaderas. Surgió entonces el protestantismo. En 1547 hubo grandes batallas y finalmente el catolicismo salió derrotado de la mitad de Alemania.
Carlos V aumentó sus dominios en lugares de Oceanía, con el recorrido naval de Fernando de Magallanes le dio por primera vez la vuelta alrededor del mundo. El viaje lo concluyó Juan Sebastían El Cano.
Los Países Bajos representaron para España una pesada carga.
En 1634 España intervino en la Guerra de los 30 años que comenzó por motivos religiosos. España fue aliada de Austria y los gastos resultaron enormes financiados con recursos provenientes de América. Durante algunos años la guerra se extendió por toda Europa terminando el conflicto con la paz de Westfalia.
Hubo, además, frentes de lucha en Portugal y la prolongada guerra por la posesión de Cataluña que terminó con la paz de los Pirineos en 1659.
Tomemos en cuenta el traslado de la ciudad de Santiago al nuevo valle de la Ermita, en ocasión de la destrucción causada por los terremotos de Santa Marta en 1773. El traslado significó muchos gastos y medidas de urgencia por parte del Capitán General don Martín de Mayorga.
Agreguemos la fastuosidad en que vivieron los reyes que se pone de manifiesto en el Real Palacio de Madrid.
Hubo una enorme herencia cultural española, principalmente en la segunda mitad del siglo XVIII cuando el movimiento llamado Ilustración prodigó estudios de medicina, en la Gaceta, en la Sociedad Económica de Amigos del País y en la Universidad de San Carlos.
La batalla de Trafalgar en 1805 en donde España perdió diez de sus quince barcos de guerra en contra de Inglaterra. El Almirante inglés Nelson murió en la batalla.
Sumemos la cantidad de guerras fratricidas sostenidas en Centroamérica después de la Independencia.
El lujo en que viven funcionarios actuales al robar del errio público, algunos con total impunidad, y otros estando en prisión provisional por 2 o 3 años, con todos los privilegios dentro de la prisión para después gozar de los millones que jamás reintegrarán a la nación.
Entonces, ¿será posible el progreso para los pueblos en tales circunstancias?
De todo lo anterior hago ver que son más las deudas y cargas que los beneficios obtenidos, salvo en contados años de honestidad cuando gobernaron el doctor Mariano Gálvez y Juan José Arévalo.