Las guerras del siglo y los crí­menes contra la humanidad (2ª parte)


Las causas de las guerras se repiten obsesivamente: nacionalismos enconados, búsqueda de expansión territorial, intereses económicos, ideologí­as, lucha por la supervivencia, salvaguarda del honor nacional (a veces tristemente del honor personal de los dirigentes) y algunas razones más.

Mario Castejón

Dando una breve mirada a las guerras del siglo XX reafirmamos lo anterior: la Guerra Anglo-Boer en Sudáfrica de 1899 a 1902. La Guerra de los Boxer en China de 1899 a 1900. La Guerra Ruso-Japonesa de 1904 a 1905. La Guerra Italo-Turca de 1911 a 1912. La Guerra de los Balcanes de 1912 a 1913. La Primera Guerra Mundial de 1914 a 1918. La Guerra Civil Española de 1936 a 1939. La Guerra Chino-Japonesa de 1937 a 1938. La Segunda Guerra Mundial de 1939 a 1945. La Guerra de Indochina de 1946 a 1956. La Guerras írabe-Israelí­ de 1948-1956-1967 y 1973. La Guerra de Corea de 1950 a 1953. La Guerra de Argelia de 1954 a 1962. La Guerra de Vietnam de 1964 a 1975- La Guerra de Afganistán de 1979 a 1989. La Guerra Irán-Irak de 1980 a 1988. La Guerra de Las Malvinas en 1982. La Guerra del Golfo en 1991. Las Guerras del Cuerno de ífrica de 1991 a 1994. La Guerra de los Balcanes de 1992 al 2000. La Guerra de Irak de 2002 a la fecha.

De esa larga lista, hay guerras poco conocidas en donde todas ellas sin excepción se han dado crí­menes contra la humanidad, mencionaremos algunas: Arrancó el siglo con la Guerra Anglo-Boer en el Transvaal, al Sur de ífrica. El ejército colonial inglés, el mejor dotado del mundo se enfrentó a una milicia improvisada de Boeren (colonos) llegados de Holanda en el siglo XVII a trabajar la tierra en medio de grandes privaciones, estuvieron a punto de derrotar a los ingleses. Esa guerra recuerda las atrocidades del Lord Kitchener, el gran Shogun Inglés, hombres, mujeres y niños prisioneros, en cárceles improvisadas tras alambre de púas en donde las epidemias mataron a más de 30 mil. La codicia de los hombres estaba detrás de esa guerra: el descubrimiento de oro en el Transvaal llegó a miles de súbditos británicos a invadir la tierra Boer para disputarles su riqueza, apoyados por el Ejército británico, el cabo el imperio de la reina Victoria tocaba los cinco continentes, eran los amos del mundo.

La Guerra de los Boxer en China iniciaba en junio de 1900, se justificó en represalia a la muerte del embajador alemán por un nacionalista chino, asociado a la muerte de cientos de europeos en parecidas circunstancias. Los Boxer fueron prácticamente masacrados en Pekí­n en donde el verdugo de las potencias extranjeras cortando cabezas, no descansó. El fanatismo nacionalista fue castigado por los que se habí­an repartido el inmenso paí­s gobernado por una dinastí­a decadente; la palabra boxer se originó de la afición de las élites chinas gobernantes por el boxeo introducido por los europeos.

Las fuerzas de ocupación fueron de los Estados Unidos de América. Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Japón y Rusia que entraron a Pekí­n tras 55 dí­as de estar asediados los extranjeros. Tras la muerte de más de 200 sacerdotes y monjas, muchos dignatarios de la corte fueron decapitados y por primera vez se empleó el término de «Crí­menes de Guerra» en juicios que iban a emular años más tarde los de Nuremberg. La Guerra de los Boxer abrió la puerta a la proclamación de la República China por el Dr. Sun Yat Sen en 1911, quien destronó a la Dinastí­a Manchú y condujo en 1948 a la República Popular China de Mao Zedong.

La Guerra de Afganistán de 1979 a 1989 significó 500 mil afganos muertos, fue el Vietnam para la Unión Soviética luchando ésta contra el islam. En 1979 los paracaidistas soviéticos aterrizaron en Kabul; un general ruso habí­a sido asesinado y fue el pretexto para la invasión ordenada por Breshnev en apoyo a un golpe militar, que impulsó a Karmal. Los rusos llegaron para quedarse y la represión hizo nacer la resistencia con el apoyo de Irán y Pakistán. Con órdenes de Breshnev y los altos jefes militares se emplearon gases neurotóxicos, gas mostaza y micotoxinas contra la población civil en áreas de conflicto. El mundo calló mientras en contraste se denunciaban los bombardeos en Vietnam.

La escalada militar desde Breshnev pasando luego por Kruschev y Andropov no les permití­a ganar la guerra a pesar de la alta tecnologí­a de su Ejército, comparado con la pobreza de la guerrilla afgana que contaba con apoyo de la CIA y se ocultaban en las mismas montañas en donde hoy se esconden los guerreros de Al-Qaeda. La táctica de tierra arrasada como se utilizó en Vietnam tampoco dio resultado, cuatro millones de civiles de una población de nueve millones tuvieron que refugiarse en Irán y Pakistán. Ante la derrota sufrida Gorbachev en medio de su Perestroika ordenó el retiro del Ejército soviético de Afganistán, el dí­a 5 de febrero de 1989 el último soldado ruso a bordo de un transporte aéreo Tupolev salió del paí­s.

De cualquier forma la guerra no solamente es el fracaso de la diplomacia sino el fracaso del hombre mismo en negación a valores que son propios a su naturaleza, a la larga no hay ganadores, todos perdemos.