La situación económica de la gran mayoría de la población guatemalteca es asaz crítica, y la agravan dos empresas transnacionales -entre otros entes- que están desplumando más y más a los usuarios de sus relativamente indispensables servicios propios de los tiempos que estamos viviendo.
Los empresarios extranjeros y sus compinches chapines están explotando, a su mejor conveniencia y a más no poder, a la masa de usuarios de tales servicios sin que la DIACO y demás entidades burocráticas con injerencia en el control de lo que ocurre, eviten, prioritariamente, el alcismo tarifario.
Son dos empresas las que arbitraria e injustamente se están excediendo en los cobros de los servicios que prestan al público. Los dos fardachos son: la empresa Telefónica “Claro” y la llamada Empresa Eléctrica de Guatemala, S.A. -dizque de Guatemala, pero en manos habilidosas de negociantes forasteros y de este patio centroamericano-.
Comenzamos informando y comentando las gracias tarifarias de la Nana K-Lista que ha dejado pálido, tarifariamente hablando, al Papi K-Listo de otrora que, merced a la privatización, desapareció del mapa dejando el campo libre a la Nana de afuera.
Pues bien, la señora EEGSA, desde septiembre del año recién pasado está duplicando los cobros de su servicio, al punto que los usuarios están risa y risa sin darle buena retopada a la Nana del cuento y de exageradas cuentas de Tía Coneja…
Es por eso que las salas de las oficinas centrales de la audaz servidora de energía eléctrica se mantienen llenas de personas que son víctimas de las dentelladas de los “lagartieres”; reclaman contra los abusos tarifarios.
Nuestro pueblo es papahuevos y muy aguantador; pero, eso sí, cuando el agua le llega al cuello, inunda las calles exigiendo a voz en cuello lo que está en el marco de la realidad, de la justicia, del derecho y de la ética.
Preguntamos: ¿Qué pasa, señores de la DIACO y demás entes burocráticos? ¿Duermen el sueño de los justos y despiertan solo cuando cobran el sueldito de no pocas cifras?
Bueno…, ahora pasamos a decir algo oscuro de la telefónica “Claro”… Esta otra compañía foránea está haciendo sus antojos vendiendo celulares con ofertas que, al rato, como quien dice, se esfuman por ser falsas. En vehículos abigarrados, con rótulos de la telefónica, dicen que dejan 600 quetzales para cubrir buen número de llamadas. ¡Falso de toda falsedad!, pues se comprueba lo contrario al intentar hacer no más de unas cuantas llamadas, porque luego sale una voz grabada diciendo que ha vencido el tiempo de la tarjeta, y agrega que debe adquirirse otra (“tarja”) que también puede vencer al hacer alguna llamada. Así es como caen (o caemos) en la trampa los incautos compradores de celulares de Claro. Eso constituye un delito de fea denominación en el Código Penal. Pero… ¡La impunidad se ha enseñoreado y va de largo!…
Hay otros problemas que se suscitan no solo en relación con la EEGSA, sino a la vez con la empresa Claro y otros negociazos de capitalistas que, como con paracaídas, han aterrizado en esta pobre patria nuestra.
Llama la atención que las empresas de marras cometan tamañas garfadas contra miles y miles de usuarios cuando se acercan las fiestas de Navidad y Año Nuevo, así como la fecha establecida para pagar el Bono 14 que dispuso Serrano Elías; quizá porque tienen que hacer efectivo, asimismo, el pago del aguinaldo navideño y los dividendos a los socios… ¡Pobrecitos esos dorados personajes!…
¿Se habrán olvidado ya de los ofrecimientos hechos durante el jaleo electoral sobre abaratar la energía eléctrica? ¡Una declaración oficial al respecto no vendría mal aunque ya esté atardeciendo!…