Las fotos del beatnick


Irwin Allen Ginsberg fue un poeta beat estadounidense nacido en Paterson, New Jersey. FOTO LA HORA: ARCHIVO

La Galerí­a Nacional estadounidense exhibe a partir del próximo domingo la primera gran retrospectiva fotográfica del poeta Allen Ginsberg (1926-1997), una de las principales voces del movimiento «beat» y también uno de sus mejores retratistas.


Son 80 retratos en blanco y negro. El escritor Jack Kerouack aullando jazz mientras se pasea por Nueva York, el también autor William Burroughs medio desnudo en la cama, o el vagabundo Neal Cassidy abrazando a su novia bajo un cine que anuncia la pelí­cula «Salvaje» (The Wild One) con Marlon Brando.

Instantáneas «más bien para un público en el cielo y no para uno en la tierra», dijo sin falsa modestia Ginsberg en 1993, cuando los beatnicks ya eran leyenda y sus imágenes o anécdotas la obsesión de coleccionistas.

Ginsberg fue el principal promotor de todos ellos cuando aún no eran nadie, en plenos años 50.

Viví­an y a menudo se acostaban juntos en pequeños apartamentos neoyorquinos, se emborrachaban, viajaban incesantemente, probaban drogas en lugares exóticos y, por encima de todo, intentaban dinamitar la literatura estadounidense con un nuevo estilo que rendí­a homenaje a los nuevos ritmos (beat) del jazz.

En 1953, Allen Ginsberg era un aspirante a poeta y estudiante a ratos. Se compró una cámara de 13 dólares y empezó a sacar fotos de todos ellos, y de él mismo, entre fiestas y paseos.

No eran fotos para ser publicadas, sino para «atrapar ciertos momentos en la eternidad», explicó Ginsberg años más tarde.

Pero son también, en su gran parte, obras de arte en si mismas, retratos que destacan por su sobriedad y calidad técnica, según Sarah Greenhough, curadora de la exposición.

«Cada foto lleva una historia en si misma», explicó Greenhough a la prensa este martes.

Kerouac siendo sermoneado por Burroughs, que le pide que deje de vivir con su madre. El poeta Carl Salomon riendo relajado en su cama, en uno de los raros instantes de alegrí­a, antes de volver al asilo psiquiátrico.

Ginsberg sacó fotos durante una década, hasta que perdió la cámara. En 1980, rastreando entre sus papeles, volvió a descubrirlas y empezó a mostrarlas en público.

La Galerí­a Nacional obtuvo recientemente 75 de ellas, y las exhibe por primera vez juntas, anotadas minuciosamente por el propio Ginsberg.