Las formas polifónicas Claudio Monteverdi


celso

En el Renacimiento el madrigal, la chanson flamenca y la canzone italiana fueron el origen del madrigal. También influyó sobre éste la frotola. Esta última era una canción para cuatro voces, pero prácticamente homofónica, pues sus variantes polifónicas eran muy simples. La frotola fue canción del pueblo, de las clases populares. Sus temas eran festivos y burlescos y los asuntos no eran poéticos, sino de la vida cotidiana.

Celso A. Lara Figueroa
Del Collegium Musicum de Caracas, Venezuela


Sin embargo, y a pesar de su origen, la frotola tuvo su importancia e influencia, no solo sobre el madrigal, sino también sobre la chanson y la canzone. Fue una de las formas italianas que prevalecieron durante el largo período en que dicha música decayó mientras la música flamenca prosperaba durante el siglo XV, y es digno marco sonoro para Casiopea, esposa de tul y ámbar quien es fin del llanto y principio del sueño, ángel que olvidó su eternidad en mis estancias y es agua clara que dejó en mis párpados su dimensión de espuma sideral.

El madrigal, en cambio, es música erudita del gusto más refinado. Se cantaba en los medios más ilustrados y aristocráticos. Seguramente el madrigal es la forma musical más importante, fuera de la música religiosa de todo el siglo XVI. Los maestros que lo cultivaron emplearon textos poéticos llamados madrigales; estos eran poemas de forma libre, de seis a diez versos de siete a once sílabas y generalmente rimaban las dos últimas líneas.

Requirió el madrigal de compositores altamente capacitados profesionalmente, perfectos conocedores de las complicaciones polifónicas de la música religiosa y profana. Son necesarios también para su ejecución cantantes de voz educada, así no se pierde la transparencia de las distintas voces, ni la fina y delicada textura de sus melodías entrecruzadas, pues el madrigal no debe convertirse ni confundirse con un coro, sino que cada voz debe conservar su individualidad y capacidad expresiva, casi como si cada voz cantara a solo.

En el estudio del madrigal se observan los siguientes factores: la música se compone para un texto literario previamente hecho y se hace de acuerdo a las exigencias de ese mismo texto, con el objeto de ayudarlo a ser más expresivo, por lo tanto la música se adapta al texto, se acentúa o se cambia de acuerdo con las sílabas del mismo; por eso, la forma musical del madrigal carece de normas demasiado fijas. En la combinación polifónica del madrigal, todas las voces tienen la misma función e importancia expresiva. La polifonía puede ser libre, imitativa, canónica o simplemente en forma de contrapunto, es decir, cantar una nota de una voz, contra otra de la misma duración de otra voz, formando acordes.

La evolución del madrigal obligó a la introducción de algunas novedades musicales; la introducción de nuevas armonías, de modulaciones rápidas, del empleo de notas cortas, corcheas y semicorcheas se agregaron para dar mayor color.

Entre los madrigalistas más distinguidos se cuenta a los flamencos Verdelet, Arcadelt y Willaert a quien ya conocimos en Venecia. Los italianos fueron algunos de los alumnos de Willaert: Vicentino y De Rore; otro es Gesualdo, pero el más importante de todos fue Claudio Monteverdi.

Claudio Monteverdi, “el Grande”

 Los turistas de todas las naciones que visitan la ciudad de Venecia seguramente conocerán, entre otras muchas, la Iglesia de Los Frari; en su interior pasarán por la capilla llamada “De los Milaneses” y cuando pasen por ella pisarán inadvertidamente una lápida colocada en el piso. Bajo esa lápida reposan, desde el año de 1643, los restos de uno de los más grandes músicos de todos los tiempos, Claudio Monteverdi.