Las falsificaciones sufren también el efecto olí­mpico


La capital china está alistando los últimos detalles para las Olimpiadas.

Durante los Juegos Olí­mpicos, los amantes de las falsificaciones tendrán dificultades en hacer buenos negocios en Pekí­n, pero algunos vendedores guardan la esperanza a pesar de la represión.


China fabricó en 2007 un 58% de los productos decomisados en Europa, en un mercado mundial que mueve unos 200 mil millones de euros (311 mil millones de dólares) por año, según cifras de la aduana francesa.

«No tenemos más DVD nuevos. No los tendremos hasta que finalicen los Juegos Olí­mpicos», explicó Wei, proprietario de una tienda antes bien surtida en un barrio del centro de Pekí­n.

Las versiones falsificadas de las pelí­culas de Hollywood más recientes, generalmente propuestas a menos de 10 yuanes (menos de un euro o de 1,5 dólares), desaparecieron de las estanterí­as.

Fueron reemplazadas por verdaderos DVD, pero de pelí­culas mucho más antiguas, como las de Shirley Temple y los hermanos Marx, por temor a las redadas de la policí­a.

«China no quiere pasar vergí¼enza durante los Juegos Olí­mpicos», explicó Wei, que se preocupa no obstante por el dinero que perderá.

La falsificación es uno de los problemas tradicionales de los socios comerciales de China, acusada de no hacer lo suficiente para erradicar una industria que le reporta enormes ganancias.

En los imperios de lo falso que constituyen algunos centros comerciales de la capital, los vendedores sienten la presión.

«No tenemos más Abercrombie, Louis Vuitton o bolsos Coach a raí­z de la campaña de represión», dice Wang Yi, una empleada de un puesto en Yashow, uno de los mercados de productos falsificados más conocidos, en el barrio turí­stico de Sanlitun.

Según Wang, las restricciones a la circulación de camiones en Pekí­n, antes de los Juegos Olí­mpicos, explican también esta escasez.

«Cerraremos nuestro negocio pronto. No sabemos aún cuándo, pero la fecha llegará», dijo. «Así­ que compren ahora, les haré un buen precio», añade.

No lejos, Adidas acaba de abrir una de sus mayores tiendas en la ciudad.

Pero según muchos vendedores de Pekí­n, una vez terminados los Juegos Olí­mpicos, los negocios volverí­an a florecer.

Una mujer que trabaja en una tienda que vende DVD falsos cerca de Yashow explica que quizás sea vea obligada a refugiarse en un sitio más tranquilo durante los JO. Pero seguirá con su actividad, asegura.

«La policí­a todaví­a no nos pidió sacar nuestros DVD falsos. Nuestro jefe es verdaderamente formidable», afirma. Interrogada sobre eventuales sobornos, se limita a reí­r en señal de consentimiento.

A fines de junio, en ocasión de la 12ª jornada mundial antifalsificación, el mundo olí­mpico y las compañí­as de equipamiento deportivo denunciaron en Parí­s las falsificaciones de zapatillas o trajes de baño que inundan el mercado en cada competencia importante, esencialmente provenientes de China.

Seis de cada diez imitaciones son productos deportivos, según cifras citadas por Fabrice Ducceschi, director general de Nike France, la marca más imitada del mundo.

Las incautaciones de todo tipo de artí­culos falsos están en aumento, pero la producción se intensifica al acercarse las grandes competencias deportivas, subrayaron.

Como antes de los JO de Turí­n, el Comité Internacional Olí­mpico organiza este año una campaña de sensibilización sobre la falsificación.