Si piensa que la zona 18 es la más peligrosa de toda la ciudad de Guatemala, o si cree que la Zona Viva es más segura que la zona 3, se equivoca. La Policía Nacional Civil investigó la frecuencia e impacto de los crímenes que a diario se cometen en la capital guatemalteca y los resultados de su informe modifican las teorías antes establecidas sobre los índices territoriales de criminalidad de la Metrópoli. Se contó la frecuencia e impacto de las denuncias y los hechos en los que se atentó contra la vida, la integridad de las personas y el patrimonio. Las conclusiones arrojan información novedosa.
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La Policía Nacional Civil (PNC) reveló que las zonas 7, 1, 11, 12, 18, 5, 6, 10, 3 y 13 son las “más conflictivas o peligrosas†de la capital guatemalteca.
Los datos se desprenden de una investigación realizada del 1 de enero al 22 de noviembre de 2011, en la que se midió el índice de criminalidad y el impacto social de los sucesos de violencia.
Para ubicar “las áreas rojasâ€, según los análisis policiales, se determina la relación cuantitativa de hechos delictivos que se registran en la zona durante el período del tiempo evaluado.
Los crímenes de mayor impacto social, según las fuentes, están relacionadas a los delitos contra la vida –asesinatos–, contra la integridad física –lesiones– y contra el patrimonio –hurto y robo.
Investigadores policiales que fueron entrevistados sobre los resultados de la investigación refieren que las áreas conflictivas registran incrementos y detrimentos constantemente en los indicadores, pero tienen un promedio de sucesos de violencia que las identifica como “rojasâ€.
Según la información a la que tuvo acceso Diario La Hora, la tipología delictiva de la capital, enmarca que los delitos con mayor incidencia son el robo y hurto de vehículos, las lesiones, hurto y robo de motocicletas, homicidios y robo de armas.
LAS cinco MíS
El mapa indica que cada colonia, avenida o calle de la ciudad enmarca en tres escalafones la incidencia criminal: alta, media y baja. Al analizar el cúmulo de hechos se encasilla en áreas rojas.
El informe refiere que en la zona 7 las colonias La Verbena, Landívar, Quinta Samayoa, Kaminal Juyú I, Tikal I, Anillo Periférico, El Rodeo, Calzada San Juan, 15 avenida y 13 calle de la Calzada Roosevelt, se ubican como los lugares con “alta incidencia criminalâ€.
El último análisis realizado por la entidad destaca que se han registrado 475 hurtos y robo de vehículos, 182 hurtos y robo de motocicletas, 175 lesiones, 136 homicidios y 68 hurtos y robo de armas.
En la zona 1, los puntos con “alta incidencia criminal†son la 26 calle y 24 avenida; 21 calle y 29 avenida, así como la 2ª., 3ª. y 4ª. avenidas de la 1ª. calle, y de la 5ª. a la 8ª. avenidas de la 18 calle. En este lugar se han registrado 231 hurtos y robo de vehículos, 223 lesiones, 185 hurtos y robo de motos, 136 hurtos y robo a peatones y 90 homicidios.
Mientras tanto, en la zona 11, se califica como “peligrosas†las colonias El Progreso, La Avenida Mariscal, la colonia Mariscal y Roosevelt. Según las gráficas, los índices criminales son: 468 hurtos y robo de vehículos, 132 hurtos y robo de motocicletas, 113 lesiones, 86 hurtos y robo de armas, 43 hurtos y robo en comercios, así como 37 homicidios.
Las colonias La Reformita, parte de El Progreso y Mariscal, así como la 2ª., 6ª., 10ª. y 12 avenidas de la 23 calle, en la zona 12, se encuentran entre las más peligrosas. En este lugar se han registrado 430 hurtos y robo de vehículos, 180 lesiones, 104 homicidios, 67 hurtos y robo de motocicletas y 42 hurtos y robo de armas.
Entre las áreas rojas de la zona 18 se ubica a las colonias Paraíso II, Atlántida, mientras que en la incidencia media se ubican las colonias Maya, Fátima, Lavarreda, entre otras. Los crímenes registrados son 157 lesiones, 137 homicidios, 95 robo de vehículos, 87 hurtos y robo de armas, 49 hurtos y robo de motos.
CONFLICTIVAS
Según el informe, en la zona 5 se cuantifican 239 robos y hurtos de vehículos, 90 homicidios, 89 lesiones, 37 hurtos y robos de motos, 20 hurtos y robos en comercios. En dicha zona se ha identificado que los delitos se cometen con “mayor incidencia†en la 2ª. avenida y 23 calle, 26 y 27 avenida de la 28 calle.
En la zona 6 se han cometido 143 hurtos y robo de vehículos, 111 lesiones, 102 homicidios, 44 hurtos y robo de motos, 17 hurtos y robo a peatones. Los sectores con incidencia criminal media son Los Cipresales, San Antonio, La Ermita, entre otros sectores.
Para la zona 10, el recuento señala que se han suscitado 168 hurtos y robo de vehículos, 47 hurtos y robo de motos, 30 lesiones, 28 hurtos y robo de armas, 18 hurtos y robo a peatones, y 12 homicidios. Las áreas con incidencia criminal alta y media son bulevar Los Próceres, 16 avenida y 18 calle, Los Próceres y 14 avenida, y Diagonal 6.
En la zona 3 se han registrado 173 hurtos y robo de vehículos, 50 lesiones, 32 hurtos y robo de motos, 22 homicidios, hurtos y robo de armas 17. Los puntos más peligrosos son la Avenida del Cementerio y 17 calle, 23 calle y 4ª. avenida, entre otras.
En la décima posición, en la zona 13 se cuantifican 136 hurtos y robo de vehículos, 40 lesiones, 38 hurtos y robo de motos, 25 robos y hurtos de armas, así como 19 homicidios. Los lugares con incidencia alta y media son la Avenida Hincapié, 15 avenida y 11 calle, colonias Aurora I, Santa Fe.
EL ORIGEN
Sandino Asturias, director del Centro de Estudios de Guatemala (CEG), opina que el origen de un área conflictiva está relacionado con los niveles de desigualdad social y distribución de riqueza de la población.
“Se ha analizado que la conflictividad está relacionada con niveles de desigualdad social, en otra parte tiene que ver con el modelo económico, con un Estado que no ha sabido redistribuir los niveles de riqueza del país, esto lo vemos en zonas suburbanas y urbanas, la ciudad capital es la zona más violenta del país y es allí donde se ven más reflejados estos procesos de desigualdadâ€, refiere.
Según Asturias, otros factores son la ausencia de políticas de prevención y la implementación de medidas represivas, porque es evidente que el Estado no sabe mediar conflictos.
“La ausencia de políticas de prevención y la idea de que todo tiene que ser reactivo y represivo, la poca efectividad del Estado se ve en la impunidad y los niveles de violencia, que han llevado a ese proceso de desconfianza social. No hay un Estado que medie en los conflictosâ€, destacó el profesional.
Verónica Godoy, directora de la Instancia de Monitoreo y Apoyo a la Seguridad Pública (IMASP), indica que la ausencia institucional ha contribuido a los altos índices de delincuencia en estas áreas, donde la población busca como alternativa organizarse, en ocasiones a tergiversar las atribuciones que le competen.
“Existen (estas áreas) por la ausencia institucional por parte del Estado, por eso vemos como la población se organiza o manipula esa organización, para realizar tareas que solo le competen a las instituciones del Estadoâ€, refiere.
De acuerdo con la profesional, esta es una de las razones por las que se observa una serie de acciones ilegales, que recaen en delitos graves.
“Esa es la razón por la que se tergiversan esas funciones, que caen en ilegalidades, abusos, capturas, torturas y hasta asesinatosâ€, dice la entrevistada.
Godoy concluye en la necesidad de que el próximo gobierno establezca las prioridades de cada lugar y ofrezca la respuesta que la población necesita, a través de las instituciones de seguridad y justicia –PNC, Ministerio Público (MP), Derechos Humanos y jueces.
PRIORIDAD
La futura Comisionada para la Reforma Policial, Adela Camacho de Torrebiarte, destacó que retomar el control de los lugares peligrosos es prioridad para el próximo gobierno, pues los planes ya han sido trazados para reubicar a la fuerza policial.
“Es prioridad, eso es lo que ha planteado el ministro (Mauricio López Bonilla), porque se va a reordenar, reubicar toda la Policía Nacional Civil, haciendo énfasis en las áreas más conflictivasâ€, dijo De Torrebiarte.
La funcionaria refirió que la buena relación de la ciudadanía con las autoridades y otras instituciones, así como la dignificación a las fuerzas de seguridad, contribuirán a retomar el control de estos lugares, donde constantemente se medirán los resultados.
“Debemos tener esa buena relación con la ciudadanía y con el Ministerio Público (MP) para poder hacer los allanamientos adecuados, correctos y darles seguimiento; también es importante la denuncia ciudadana, la voluntad y compromiso de trabajo que debe tener la Policía para mantener índices y medir el desempeño por los resultadosâ€, concluyó.
Adela Camacho de Torrebiarte
Futura Comisionada para la Reforma Policial