Las dictaduras democráticas


Pareciera haber incongruencia entre las palabras que componen el tí­tulo del presente artí­culo; sin embargo, de acuerdo a la proyección social que el gobierno imprime a su función administrativa, ese es el camino que busca la imposición de las medidas que benefician a los desposeí­dos y que enriquecen a los mismos de siempre.

Fernando Mollinedo
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En otras palabras, la imposición ideológica pareciera que es el fin de los gobiernos que «a puro huevo» quieren, sienten, creen y están autoconvencidos» de que sus estrategias administrativas son del agrado popular en un ciento por ciento. Pero hay que reconocer que NO HAY personas honestas que están dentro de los cí­rculos de poder cercanos a la toma de decisiones, para darles una información fidedigna respecto del efecto y aceptación de las medidas aplicadas; es decir, que sus adláteres, lambiscones, chaqueteros y mentirosos son responsables también de los grandes descalabros de Estado. Algunos gobernantes se han significado por ser reconocidos en la sociedad por su falta de carácter para la toma de decisiones, atribuyéndoseles que familiares o amigos cercanos son los verdaderos influjos que ejercen poder de convencimiento; y por lo tanto, fueron y son vacilantes en la exposición de sus motivos razonados para fundamentar sus acciones administrativas. El pago de facturas polí­ticas, la recomendación diplomática, el interés personal para percibir alguna ganancia, el «quedar bien» con algún grupo de presión, la aceptación y/o imposición de quienes le hablan en voz alta y la sumisión del débil carácter, la amenaza de provocar problemas con la «movilización» de miles de personas, el asegurar impunidad e inmunidad para los años venideros, la falsa conciencia de clase al «creerse» parte de un estrato económico al que nunca ha pertenecido, sentirse el muy «high life» o simplemente porque aquí­ quien manda es ella! Constituye parte de las formas de aceptación/imposición de criterios interesados. Las dictaduras democráticas son aquellas circunstancias que vive la población cuando muy a su pesar debe cumplir con preceptos, obligaciones, mandatos, leyes, impuestos, tasas, arbitrios que son reglados en contra de los intereses de la población, pero que, de forma paradójica, se dice que beneficiarán a la población, y se deben cumplir porque son leyes de observancia general. LA DICTADURA según el DRAE es: «Gobierno que, bajo condiciones excepcionales, prescinde de una parte, mayor o menor, del ordenamiento jurí­dico para ejercer la autoridad en un paí­s». DEMOCRACIA: «Doctrina polí­tica favorable a la intervención del pueblo en el gobierno.

Predominio del pueblo en el gobierno polí­tico de un Estado». Luego entonces, podemos colegir si en Guatemala se cumple con la DICTADURA DEMOCRíTICA con lo expresado por el DRAE. Ejemplos: Gobierno de Arzú: se abolió el delito de enriquecimiento ilí­cito. Gobierno de Portillo: la ley del FIS, y muchos más.